El candidato de ERC a la alcaldía de Barcelona, Ernest Maragall, ha propuesto este miércoles la creación de una red de aparcamientos disuasorios en las afueras de la ciudad, conectados con transporte público, para reducir el número de vehículos privados que cada día entran a Barcelona. 

Maragall considera que esta medida contribuirá a la mejora de la movilidad interior de la ciudad, “sin tener que recurrir a gestionar el Eixample como una trinchera o un laberinto”.

El candidato ha revelado su propuesta en la conferencia que esta mañana ha ofrecido en el marco de las conversaciones ‘Barcelona Tribuna’, donde ha afirmado que, en términos de movilidad, Barcelona tiene que responder a sus retos “con mirada metropolitana”. 

“Por eso es escandalosa la dimisión con la que este tema se ha gestionado en los últimos años”, ha dicho Maragall, refiriéndose a la gestión de la alcaldesa, Ada Colau en cuanto a la relación de Barcelona con la AMB. 

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“Para hacer estos aparcamientos lo importante es la creación de una vía de decisiones metropolitanas que aquí no existe porque la alcaldesa de Barcelona ha dimitido de la AMB”, ha dicho el candidato de ERC.

Un 52% entra a Barcelona en vehículo privado

Maragall ha desgranado las cifras de movilidad, tanto interna en la ciudad como en relación con el exterior: “en un día laborable el 62% de la movilidad interna en Barcelona se hace a pie, en bici o similar, un 23% en transporte público y en vehículo privado solo un 15%”, mientras que en los desplazamientos de entrada y salida de la ciudad “el 52% es en vehículo privado, el 42% en transporte público y un 5% de movilidad activa”. 

En este sentido, más allá de los aparcamientos disuasorios, Maragall ha apostado por la electrificación, por la potenciación de una red de autobuses interurbanos y mayor inversión en infraestructuras como Rodalies.

Clamor por el cambio

El candidato ha insistido en su propuesta de hacer que el 60% del espacio público sea de prioridad para el peatón, actuando en toda la ciudad y también a calles como Aragón y Gran Vía, pero de forma “gradual y acompasada con la puesta en marcha de otras medidas de fomento del transporte público” para ganar el equivalente en superficie de 37 parques de la Ciutadella.

El republicano ha considerado que Barcelona “clama por el cambio, por un nuevo ciclo y una nueva etapa”, el cual Maragall está "preparado para liderar”. Finalmente, en relación a la inminente campaña electoral, el republicano espera “una campaña menos de batallas personales y obsoletas, y sí orientada al presente y al futuro de Barcelona”.