Lagarde anticipa más subidas de tipos de interés que repercutirán en el euríbor, pero despierta más dudas que certezas

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, comparece ante los medios tras anunciar una subida de tipos de 0,25 puntos.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, comparece ante los medios tras anunciar una subida de tipos de 0,25 puntos.
RONALD WITTEK / EFE
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, comparece ante los medios tras anunciar una subida de tipos de 0,25 puntos.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, comparece ante los medios tras anunciar una subida de tipos de 0,25 puntos..
EFE - EP

El final del ciclo de subidas de tipos de interés más abrupto de la historia del euro está cada vez más cerca. Pero no sabemos cuánto, solo que se acerca. El Banco Central Europeo (BCE) anunció que el precio oficial del dinero subirá otros 0,25 puntos más, un alza que reduce una velocidad el ritmo de 0,5 puntos cada seis semanas que había impuesto el BCE desde noviembre. Decisión que, para los mercados, ya deja ver la cima de la montaña de este ciclo de incrementos en el precio oficial del dinero que comenzó en julio del año pasado.

La subida de 0,25 puntos del BCE replica el adoptado por la Reserva Federal estadounidense el miércoles, pero con una diferencia clave. Mientras que la Fed se abrió a una pausa para mantener los tipos como están durante un tiempo (actualmente alcanzan el 5-5,25%, frente al 3,25-3,75% de la eurozona), la presidenta del BCE, Christine Lagarde, se mostró tajante. "Queda camino por recorrer", insistió por activa y por pasiva en la rueda de prensa posterior al anuncio de la decisión de Frankfurt. "No dependemos de la Fed", añadió, por si quedaba alguna duda. La cuestión es cuántos recodos le quedan al camino.

Ante la insistencia de los periodistas por saber cuándo se alcanzará el nivel de tipos de interés que marque el final del ciclo, Lagarde tiró de un clásico del clásico de la sabiduría popular como es el 'cuando lleguemos a ese río cruzaremos ese puente'. "No hay un número mágico, lo sabremos cuando lleguemos allí", expresó la presidenta del BCE.

Pero los mercados no esperan y hacen sus apuestas sobre cuál es ese 'número mágico' del que habla Lagarde. Las apuestas apuntan a que el BCE pisará el freno cuando la facilidad de depósito —el interés que los bancos deben pagar al BCE por aparcar dinero en sus balances— se acerque al 3,75% (actualmente está en el 3,25%). Esto implicaría, al menos, dos alzas adicionales de 0,25 puntos cada una. Aunque algunos analistas como ING apuestan porque el BCE solo será capaz de aplicar una subida más en su próxima reunión prevista para junio. 

A nivel interno, según informan fuentes consultadas por la agencia Reuters, algunos miembros del Consejo de Gobierno del banco central anticipan dos, si no tres subidas más en el precio oficial del dinero. 

La fase final de la escalada es la más peligrosa

El panorama que afronta el BCE en sus próximas reuniones es complejo. La economía ha alcanzado en menos de un año un nivel de tipos de interés que no se observaba desde finales de 2008 y las consecuencias que esto puede estar teniendo sobre la actividad son todavía inciertas. A partir de ahora, cualquier paso en falso puede acarrear males mayores. O, volviendo al símil automovilístico, aumenta el riesgo de pasarse de frenada.

El BCE ha podido constatar que las subidas de tipos sí se han trasladado a la economía financiera (se conceden menos créditos y los que se otorgan son más caros y en condiciones menos ventajosas), pero el impacto que están teniendo en la economía real es "incierto". El PIB europeo ha seguido creciendo y se sigue creando empleo a gran ritmo, dos métricas que no reflejan precisamente el enfriamiento de la economía que busca el BCE para frenar los precios.  

Sin embargo, desde que un banco central aprueba un alza de tipos hasta que esta despliega todo su impacto pasan meses. Por tanto, ese frenazo en la actividad que busca el BCE podría estar larvándose ya con las decisiones adoptadas en los últimos meses. Por ejemplo, el Banco de España reconoce que el 60% de las hipotecas variables en España todavía no se ha repreciado aún con la subida del euríbor. De ahí que, cualquier paso en falso a partir de ahora pueda provocar un enfriamiento económico mayor del buscado y provocar lo que se conoce en la jerga como un "aterrizaje forzoso". 

A estas incertidumbres, hay que añadir los episodios de turbulencias financieras, que se han llevado por delante a tres bancos en EE UU y a Credit Suisse en Europa, y han puesto en entredicho la solidez del sistema financiero internacional. Y, por supuesto, la inflación, que está siendo mucho más difícil de bajar de lo que se esperaba en un primer momento. Si las presiones persisten, el BCE podría decidir ir más lejos todavía en su ciclo de subidas de tipos.

Sin embargo, entre toda esta incertidumbre, todo apunta a que los alrededor de cuatro millones de hogares con hipotecas a tipo variable en España pueden estar empezando a ver la luz al final del túnel. El euríbor depende crucialmente de lo que marquen los tipos el BCE, de hecho, suele reflejar anticipadamente las decisiones del banco central. Por tanto, si el BCE levanta el pie del acelerador, el euríbor también desacelerará.

"Lo normal es que estos datos comiencen a estabilizarse y que, a partir de ahora, no haya ni grandes subidas ni bajadas de tipos, por lo que el euríbor se mantendrá también más o menos estable", señalan desde la consultora hipotecaria iAhorro.

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