El deterioro de varios de los discos duros encontrados en la casa del profesor del colegio Virgen de Europa de Boadilla del Monte (Madrid) acusado de abusar de alumnas, que estaban perforados, impide obtener información de ellos y por lo tanto investigar posibles abusos cometidos desde hace años.

Fuentes jurídicas han confirmado a EFE que la Guardia Civil no ha podido acceder a los discos duros que estaban taladrados -una decena de los cuarenta que se intervinieron-, y en los que los investigadores sospechan que podría haber imágenes sobre abusos cometidos por el docente hace años.

Sí han podido acceder a otros dispositivos en los que presuntamente se ven abusos más recientes, de manera que estos hechos sí podrán ser enjuiciados, detallan las fuentes.

Este caso avanza lentamente, ya que la declaración del director del centro y de otros profesores, que estaba prevista para el pasado 21 de febrero, se suspendió debido a la huelga que secundaron los letrados de la administración de justicia. Recientemente se ha fechado para el próximo 5 de julio, han confirmado las fuentes.

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Previamente, en noviembre de 2022, la titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Móstoles apercibió a la Comunidad de Madrid para que facilitara los medios necesarios para el volcado y procesado de las imágenes incautadas, que hasta ese momento había pedido hasta en siete ocasiones, recordándole que podía incurrir en desobediencia y obstrucción a la justicia.

La Comunidad de Madrid hizo la gestión pertinente en pocos días y desde entonces no habían trascendido más datos sobre la investigación, en la que hasta ahora solo ha comparecido el investigado, que se acogió a su derecho a no declarar cuando tras su arresto.

Grababa a niñas cambiándose de ropa

Este caso saltó a la luz en octubre de 2022, aunque la detención del docente tuvo lugar meses antes, en junio, cuando una vecina de Villanueva del Pardillo encontró una cámara en una mochila y, al ponerla en marcha, vio imágenes de niñas cambiándose de ropa sin ser conscientes de que estaban siendo grabadas.

Al poner las imágenes en manos de la Guardia Civil, los agentes vieron que en las mismas salía un profesor que presuntamente era el que ponía la cámara a grabar en un colegio privado de Boadilla, y le arrestaron, además de intervenir en su casa unos 30 discos duros íntegros y otros doce troquelados.

Las primeras pesquisas desvelaron que el profesor proponía a las alumnas de artes audiovisuales, de 12 años, rodar películas en las que había que cambiarse de ropa varias veces para las diferentes escenas, algunas de ellas en la piscina. Aprovechaba su despacho como vestuario y allí colocaba una cámara oculta, según los investigadores.