Un adolescente de 13 años, Kosta K., mató este miércoles por la mañana a ocho compañeros de clase y al guarda de seguridad de su escuela en el centro de Belgrado. Además, causó heridas de gravedad a una maestra y a otros seis compañeros, en la peor tragedia escolar del siglo en Serbia.
El Gobierno ha decretado tres días de luto nacional, ha detenido al padre del menor, propietario de las armas, mientras investiga qué llevó a un estudiante calificado académicamente de "ejemplar" a causar una masacre.
El joven entró pasadas las ocho de la mañana en clase de Historia, disparó a la maestra, y a varios alumnos, antes de llamar él mismo a la Policía para contar lo que había hecho. La policía acudió al lugar de los hechos y consiguió detener al menor en el patio del colegio sin que opusiera resistencia.
Según las autoridades, Kosta K., un alumno del séptimo curso, disparado con una pistola propiedad de su padre. Dentro de la mochila llevaba otra arma y tres botellas con líquido inflamable.
La prensa local afirma que el menor, al ver a la Policía, levantó sus brazos y les dijo: "Disparé porque soy un psicópata".
Los investigadores creen que el joven llevaba un mes planificando el ataque a la escuela y tenía un listado de 16 víctimas, ocho niños y siete niñas y un nombre ininteligible. También había dibujado un mapa con un plan para escapar del centro educativo tras la masacre.
Agentes serbios han rastreado el domicilio del detenido en busca de motivaciones. En medio de las pesquisas, la Policía ha detenido al padre del menor, que llevó a su hijo a prácticas de tiro y que les aseguró que tenía siempre guardadas las dos armas bajo llave.
Según relató una compañera del asesino que estaba en la clase en el momento de los hechos, Kosta K. "empezó a disparar al azar, primero le dio a la profesora de historia y luego siguió disparando. Mató a dos de nuestros amigos, me tumbé encima de ellos para que pensara que estaba muerta", dijo al portal de noticias Nova.
Los alumnos de otras clases se encerraron en las aulas, mientras que algunos niños entraron en pánico al escuchar los disparos e intentaron salir de la escuela por las ventanas y por una puerta trasera.
Según sus compañeros, el adolescente autor del tiroteo había acudido el día anterior a una fiesta de cumpleaños, donde se había comportado con aparente normalidad. "Sacaba muy buenas notas en todo, así que lo llamábamos empollón", ha indicado un estudiante. Los medios insisten en que académicamente era un alumno ejemplar que se había presentado a varios premios educativos. Eso sí, había sacado la peor nota en historia.
La Fiscalía Superior de Belgrado ha informado de que el niño no es penalmente responsable en virtud de la Ley de delincuentes juveniles y protección jurídica penal de menores porque no tiene más de 14 años.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios