'El Principito', 80 años de un clásico universal que aún conquista a mayores y pequeños

Cubierta de la nueva versión bilingüe de 'El Principito'.
Cubierta de la nueva versión bilingüe de 'El Principito'.
EDITORIAL SALAMANDRA
Cubierta de la nueva versión bilingüe de 'El Principito'.

Todas las versiones y adaptaciones de El Principito, el famoso libro de Antoine de Saint-Exupéry (1900-1944), no cabrían en el minúsculo planeta de su protagonista. ¿Cómo acomodar en el Asteroide B-612, un poco más grande que una casa, junto a sus tres volcanes, toda la mitología que hemos creado en los 80 años desde su publicación?

Óperas, obras de teatro, canciones, audiolibros (Richard Burton ganó un premio Grammy por su grabación en 1974), animes, videojuegos (como Super Mario), guiños en series (The Little Prince, el capítulo de Perdidos), murales, parques temáticos, esculturas, camisetas, tote-bags… Hasta premios Guinness, como haber sido publicado en uno de los formatos más grandes del mundo; dos metros de alto y tres metros de ancho cuando está abierto (de la editorial brasileña Eidouro, 2007).

Tampoco entrarían los 200 millones de ejemplares que se han comprado desde su lanzamiento en 1943 –es la obra más vendida en el mundo después de la Biblia–, ni las traducciones a 270 lenguas y dialectos.

Un clásico que no deja de conquistar

Este abril se celebra su 80.º aniversario, y Salamandra, su editorial en español desde principios de los cincuenta, lanza cuatro libros: El Principito. ¿Dónde estás, Zorro? Un libro interactivo, recomendado a partir de los 3 años; El Principito en edición bilingüe en inglés (español y catalán); una agenda escolar (prevista para julio) y una edición troquelada rotatoria para Navidad que verá la luz en noviembre.

Es de esperar que esta fábula narrada en tono poético desate en la efeméride una auténtica principitomanía. "El tirón no decae, cada año se vende el mismo número de ejemplares. El Principito es más que un libro, es un universo. En Salamandra, ya tenemos la versión en francés, la idea es ofrecer esta herramienta en inglés a los profesores. El formato que más se vende es el escolar", nos cuenta por teléfono Laia Zamarrón, directora literaria de Salamandra.

No olvidemos que los inicios de este bestseller están vinculados al español. "Es el corazón de Salamandra. A finales de los años 40, el argentino Bonifacio Del Carril viaja por Europa y se reúne con su amigo Gallimard, que le enseña la novela de Saint-Éxupery. Bonifacio saca ahí mismo la chequera y paga los derechos. Él mismo la traduce y poco después [en 1951] la publica en su sello Emecé", nos cuenta Zamarrón. Aunque ya había aparecido en EE UU, en Francia no se pudo publicar hasta finales de 1951. Su hijo Pedro Del Carril y su compañera Sigrid Kraus fundan Salamandra. "La traducción al español sigue siendo la misma; sigue vigente", asegura la directora literaria de Salamandra.

Como también lo siguen las acuarelas, intrínsecamente asociadas para esta periodista, a otra figura mítica, nacida en Las Rozas, a las afueras de Madrid en 1908: la también brillante Marga Gil Roësset. La Sinsombrero, que ya ilustraba cuentos de su hermana mayor con 13 años bajo la promesa de su madre de conseguir la merienda, publicó en 1933 (once años antes de la obra de Saint-Éxupery) tres ilustraciones en un libro bilingüe –en francés y español– de canciones de su hermana. Uno de los dibujos es clavado a El Principito y no es descabellado pensar que Saint-Éxupery conociera esas ilustraciones.

Los poéticos dibujos de Saint-Éxupery han alumbrado infinidad de versiones, ahí está la novela gráfica de 2008 del célebre Joann Sfar, con dibujos que explotan el simbolismo inagotable de este relato que reivindica la infancia, el espíritu aventurero, la amistad o el antimaterialismo. Sfar releyó el texto varias veces antes de adaptarlo. Para el dibujante normando lo más interesante ocurre cuando no pasa nada, cuando el aviador y El Principito están en el desierto, por eso su versión tiene algo de relato sagrado, de cuento zen.

Un enigma literario

Aunque no todos ven en las palabras de Saint-Éxupery la defensa del medio ambiente, el amor por la tierra. Tampoco escapa el aviador de origen aristocrático al revisionismo y la corrección política que han salpicado a Roald Dahl, Ian Fleming o Agatha Christie.

Hace unos días, Le Nouvel Observateur publicaba un reportaje asegurando que los sensitivity readers más avezados podrían juzgar problemáticos detalles como que El Principito arranque árboles Baobab, que domestique animales, o que el relato no pase el test Bechdel porque todos los personajes son hombres menos la rosa. Pero recordemos cuándo fue escrito el libro, por favor.

Posibles polémicas aparte, el enigma rodea al relato y a su autor: escrito en Nueva York mientras trataba que los estadounidenses entrasen en la segunda Guerra Mundial, Saint-Éxupery nunca dio explicaciones sobre el mismo, ya que desapareció poco después de terminarlo mientras sobrevolaba el Mediterráneo el 31 de julio de 1944. El libro, pues, de un legendario héroe para Francia desaparecido en el aire, que dejó más misterios en las dos páginas inéditas que aparecieron del famoso manuscrito en 2012.

Unos escritos casi ilegibles con variaciones de los capítulos 17 y 19 y con un personaje que fue eliminado de la versión final que busca una palabra de seis letras que significa gargarismo. Una solución que no se encuentra en las páginas encontradas. "Sería hermoso hacer algo con eso", plantea Zamarrón.

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