La muerte de la reina Isabel II supuso un antes y un después en la vida de la casa real británica. Y es que, aunque de los últimos días de la monarca apenas haya información, poco a poco se van dando a conocer nuevos datos sobre cómo se vivió en el Castillo de Balmoral.

Tras anunciarse el delicado estado de la soberana, todos sus familiares acudieron a su lado para poder despedirse. Aunque hubo una gran ausencia, la de Kate Middleton. 

La futura reina consorte no pudo despedirse de la abuela de su marido y se quedó en Windsor cuidando a sus tres hijos. El motivo por el cual la princesa de Gales no habría acudido a la llamada podría haber sido Meghan Markle.

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Así lo ha asegurado el escritor Robert Jobson. Según sus palabras, habría sido la propia Institución la que, para evitar un posible encontronazo con la duquesa de Sussex, no se permitió que las esposas acudieran. 

"El Rey dijo que era solo para que los hijos y los nietos estuvieran con la Reina, y no era apropiado que asistieran las esposas", explicó Jobson a Daily Telegraph, aunque el príncipe Eduardo sí que estuvo acompañado de su mujer. 

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Según ha explicado, aunque Kate sí que quiso acudir, no pudo hacerlo porque Meghan no era bienvenida: "Ella quería estar allí con la Reina en sus últimos momentos. Eso la ha carcomido y ha creado un enorme resentimiento hacia su cuñada". 

Este sería una de las razones por las cuales, entre ambas, la relación fuera casi inexistente, más allá de los actos públicos a los que ambas deben de acudir como miembros de la casa real.