Eva Kaili sale de la cárcel y pasa a arresto domiciliario por su imputación en el 'Qatargate'

  • La exvicepresidenta del Parlamento Europeo tendrá que llevar ahora un brazalete electrónico.
  • Era la última cara visible de la trama que quedaba entre rejas, tras la salida de Antonio Panzeri y Francesco Giorgi.
Eva Kaili, en el Parlamento Europeo.
Eva Kaili, en el Parlamento Europeo.
Brigitte HASE
Eva Kaili, en el Parlamento Europeo.

La eurodiputada socialista y exvicepresidenta del Parlamento Europeo Eva Kaili ha salido de la cárcel belga en la que se encontraba desde el pasado mes de diciembre y ahora pasará a arresto domiciliario en su imputación por el Qatargate, tal como han confirmado sus abogados. La política griega se encontraba en prisión preventiva mientras prosiguen las investigaciones, en las que es una figura clave. La trama de corrupción implica directamente a Qatar y también a Marruecos.

"Eva Kaili saldrá de la cárcel, está bajo arresto domiciliario en Bélgica y bajo vigilancia electrónica. El juez de instrucción acaba de tomar la decisión", explicaron desde la fiscalía belga, tal como ha recogido AFP. Kaili fue detenida el pasado 9 de diciembre y desde entonces se encontraba en prisión, aunque sus abogados siempre han defendido su inocencia. Junto a ella las otras dos cabezas visibles de la trama son el exeurodiputado Antonio Panzeri y Francesco Giorgi, asistente de este último y pareja de Kaili. Ambos estaban ya fuera de la cárcel.

Este caso ha llevado a la Eurocámara a tomar medidas drásticas y desde que se destapó la presidenta Roberta Metsola insistió en la necesidad de abordar la situación de raíz. Metsola quiso dejar claro que no habrá "impunidad" tras lo sucedido. "No se equivoquen, el Parlamento Europeo está bajo ataque. La democracia europea está bajo ataque", continuó la dirigente maltesa. "Se trata de lo correcto y lo incorrecto. Le pido que resista la tentación de explotar este momento para obtener ganancias políticas", avisó además, para insistir en que no se trata de una cuestión "de izquierdas o de derechas, ni de norte o sur".

"No habrá negocios como siempre, no habrá barrer debajo de la alfombra", advirtió a los eurodiputados y anunció, asimismo, una investigación interna para aclarar en la medida de lo posible los hechos. Además, ha lanzado un plan con 14 medidas (que se irán ampliando) para evitar que la historia se repita. Entre ellas destacan la prohibición de los 'grupos de amigos' con terceros países, un mayor control de los contactos con los lobbies y más rendición de cuentas. "Es importante señalar que lo que sucedió los primeros días de diciembre ha servido para hacer reaccionar al Parlamento, con su presidenta al frente, y para completar las reglas internas de la casa y para reforzarlas y para cubrir una serie de aspectos de la vida del Parlamento y sobre todo de la interelación entre el Parlamento y quienes trabajan fuera de él", recordó el portavoz del Parlamento Europeo, Jaume Duch, en una entrevista con 20minutos.

En el domicilio de Kaili y Giorgi se incautaron un total de 150.000 euros (en billetes de 20 y de 50), en bolsas como las que llevaba el padre de Kaili saliendo de un hotel de Bruselas esos mismos días. Mientras, la otra incautación trascendida fue de 600.000 euros, que era lo que 'transportaba' el padre cuando pretendía huir de la capital belga. Eso sí, los investigadores hablaron después de una confiscación de un millón y medio de euros. Todo ello con veinte registros, 19 de ellos en domicilios y oficinas particulares y el restante en la sede del Parlamento Europeo en Bruselas.

El pasado mes de noviembre, Kaili defendía a Qatar en declaraciones frente al Parlamento Europeo. La todavía -por aquel entonces- vicepresidenta acusó a los críticos de querer "boicotear" a Qatar. Durante su intervención aseguró que el Mundial es "una prueba de cómo la diplomacia deportiva puede provocar la transformación histórica de un país, con reformas que inspiran al mundo árabe". También defendió al país acusado de emitir los sobornos -aunque sus autoridades lo niegan- como "modelo de derechos laborales" por la abolición de la kafala (explotación laboral) y la introducción del salario mínimo. "Retos que incluso las empresas europeas se niegan a reforzar mediante leyes", reconoció la eurodiputada. Kaili acusó a algunos representantes de la cámara de "seguir discriminando" al país y los tachó de hipócritas: "Siguen aprovechándose de su gas y tienen allí sus empresas con ingresos multimillonarios".

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