La multinacional estadounidense Tupperware atraviesa uno de los momentos más delicados en sus 77 años de historia. La popular marca de recipientes para almacenar comida ha reconocido que existen "dudas sustanciales" sobre su capacidad para mantener en marcha su negocio y ha subrayado que necesita financiación urgente para evitar la quiebra.

Tras admitir que su situación financiera es muy delicada, las acciones de la compañía se desplomaron casi un 50% (-48,76%) este lunes en la Bolsa de Nueva York, aunque este martes se recuperaron ligeramente (4,84%).

Tupperware aseguró este viernes que está buscando financiación de forma urgente y está explorando la posibilidad de anunciar despidos masivos, así como la venta de algunos activos para intentar equilibrar sus cuentas. 

"La compañía está haciendo todo lo que está en sus manos para mitigar los impactos de los acontecimientos recientes, y estamos tomando medidas inmediatas para buscar financiación adicional y hacer frente a nuestra posición financiera", afirmó el CEO de Tupperware, Miguel Fernández.

La amenaza de quiebra es seria y los reguladores norteamericanos ya han advertido de la posibilidad de que sus acciones sean excluidas de Wall Street por no haber presentado sus resultados anuales ante la Comisión de Bolsa y Valores.

Aunque las ventas de la compañía vivieron un repunte durante la pandemia de covid, estas no han dejado de caer en los últimos años y los resultados empresariales se han resentido cada vez más, mientras han ido aumentando sus deudas.

Ligera recuperación en Bolsa

Después de la caída del pasado lunes de más de un 48%, la compañía estadounidense suma ya dos jornadas bursátiles en números verdes. En concreto, las acciones de Tupperware rebotaron un 4,84% en la sesión del pasado martes y este miércoles se están impulsando entorno del 1,5%.

Así, el precio es de 1,32 dólares (1, 20 euros), todavía 1,10 dólares (1,01 euros) por debajo del valor que tenían los títulos del pasado viernes, previo a conocerse su situación económica.

Sin embargo, debido a los desafíos económicos internos y externos del negocio, junto con los mayores niveles y costes de los préstamos bajo su línea de crédito, la compañía prevé actualmente que puede no tener liquidez adecuada en el corto plazo.

Anclada en el pasado y con una fuerte competencia

La fuerte competencia, pues son muchas las empresas que actualmente comercializan envases para comida, ha hecho mucho daño a Tupperware, la compañía que en 1946 patentó los envases de plástico con cierre hermético para guardar alimentos, una patente que expiró en 1984.

Muchos analistas señalan también que la multinacional no ha sabido adaptarse a los tiempos. En los años 50 y 60 popularizó con gran éxito las llamadas reuniones Tupperware, en las que grupos de mujeres se reunían en casas particulares para probar y comprar sus productos.

Sin embargo, Tupperware todavía emplea una fuerza de ventas directa importante, un modelo de negocio en decadencia, que apenas ha conseguido actualizar a través de ventas por internet. 

En los últimos años, ha intentado relanzar sus resultados incorporando productos nuevos, como una parrilla para microondas, así como intentando acercarse a un público más joven e incluyendo nuevos canales de venta.