Los madrileños se dieron ayer el último chapuzón del año en las piscinas de la capital. Las instalaciones deportivas estivales cerraron este domingo sus puertas, que llevaban abiertas desde el pasado 30 de mayo.

En estos tres meses, las piscinas han registrado una cifra récord de bañistas. Hasta el 15 de agosto (últimos datos ofrecidos por el Ayuntamiento de Madrid), las albercas municipales habían sido utilizadas 1.364.342 veces. Y eso a pesar de que las tarifas eran un 3,5% más caras.

Durante el verano, sobre todo en julio, varias tuvieron que colgar el cartel de completo. Algunas, como las de Luis Aragonés (Hortaleza) y Casa de Campo (Moncloa), han llegado a registrar hasta un 40% más de afluencia que el año pasado. Sus responsables creen que este aumento se debe al calor y a la crisis, ya que muchos madrileños no han podido salir fuera de vacaciones.