No todos los héroes llevan capa. Un adolescente de 17 años salvó a sus compañeros que iban en un autobús escolar después de que el conductor sufriera un infarto en la localidad portuguesa de Sertaozinho.

Cuando se dio cuenta de que el conductor no estaba bien, el joven tomó el volante y consiguió detener el vehículo entre la mediana y el arcén de la autopista. "Estaba mirando la vía, entonces vi que se caía hacia un lado, soltó el volante y me di cuenta de que estaba medio inconsciente", recordó el propio implicado, Kaio Eduardo Ferreira, tal como recoge el diario Globo.

Según Kaio, el autobús se detuvo en medio del carril. Fue entonces cuando tuvo la iniciativa de coger el volante para evitar un accidente. "Pensé: si se va allí al arcén, no será tan grave. La gente gritaba mucho preguntando qué le había pasado al conductor. Todo el mundo se levantó inmediatamente y la situación era muy tensa", explica.

El tramo de autopista en el que ocurrió el incidente es muy transitado y es el paso de los que viajan a Ribeirão Preto o van al Distrito Industrial de Sertãozinho. Antes de detenerse al borde de la carretera lateral, el autobús chocó contra una señal e invadió un carril de la rampa de acceso a la autopista.

El conductor, Claudemir de Araújo, de 51 años, llevaba ocho meses trabajando en el Ayuntamiento de Pontal como empleado subcontratado. Sufrió una parada cardiorrespiratoria y murió en el acto. Araújo transportaba a 35 estudiantes de Pontal al Instituto Federal de Sertãozinho. Ninguno de los estudiantes resultó herido.

Kaio no había conducido en su vida, pero sujetó el volante del autobús y consiguió echarlo a un lado de la carretera, evitando que chocara con otros vehículos. Además de él, otros dos compañeros abrieron la salida de emergencia para que los demás estudiantes pudieran salir.