La vida de Johnny Depp ha tenido de todo. Se ha pasado años entre demandas a su exmujer, Amber Heard, a su abogado de toda la vida, a un periódico sensacionalista o incluso a los directivos de su empresa. Sin embargo, parece que el actor ha encontrado la comodidad y se encuentra en un momento muy dulce.

El intérprete aparece en el último número de Especial jardines de Somerset Life desde una campiña inglesa, donde lleva una vida muy tranquila. En el artículo confiesa su opinión sobre su forma de ser. "Me gusta ir a sitios, ver cosas y conocer gente, pero no soy el gran extrovertido que la gente cree", ha afirmado, además de aseguar que le encantan "los lugares con personalidad".

A raíz de todos sus papeles, mucha gente cree que Johnny Depp es una persona abierta y fácil de relacionarse, pero él tiene claro que no es así: "En realidad, soy una persona bastante tímida". Por eso cree que su nueva vida en la campiña inglesa nace por una gran decisión porque el poder ser él mismo "es una de las grandes cosas de Gran Bretaña y especialmente de Somerset".

Ahora, Depp lleva una vida muy pintoresca, tal y como informa el Daily Mail. Es un gran admirador de las antigüedades y suele desplazarse en helicóptero hasta Hemswell Cliff para hacerse con nuevos objetos. 

De hecho, según el dueño de la tienda Hemswell Antique Centre, ya ha adquirido algunas guitarras y "objetos extravagantes" como "una silla de escritorio, juegos de pintura, caballetes, algunos cuadros, pósters y un jarrón con una calavera".

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El actor viene de vivir una etapa muy dura desde que demandó a su exmujer por difamación por la que esta fue condenada a pagarle 15 millones de dólares y él dos a ella. Ambos llegaron a un acuerdo y él terminó disfrutando de un rotundo éxito en unas giras junto al ya difunto guitarrista Jeff Beck.