
Una moción de censura es un instrumento muy serio que puede cambiar al presidente del Gobierno. Lo sabe bien Sánchez, que apeó a Rajoy con una moción. Pero... cuando la historia se repite puede acabar en farsa, como ayer: el candidato, Ramón Tamames, se vio como perdedor desde el primer instante; el defensor del puesto, Pedro Sánchez, se fue a mitad de jornada, ignoró al pretendiente y se dirigió solo a Feijóo, que en vez de ir a la moción acudió a una fluida reunión con los embajadores de la UE. Un día perdido para todos.
Comentarios