La muerte de Lisa Marie Presley supuso un antes y un después en la relación de toda la familia. La batalla por la herencia de a que fuera hija de Elvis Presley estalló en enero, y desde entonces ha ido empeorando. 

El enfrentamiento fiscal entre Priscilla Presley, madre de la difunta, y Riley Keough, su hija, ha llegado al su momento más intenso. Y es que no han sido pocas las veces que Priscilla ha intentado impugnar el testamento de su hija después de conocer que esta la habría eliminado de su cargo como gestora y heredera. 

Para apoyar su posición, la ex de Elvis aseguró que había varios defectos en la redacción, por lo que se trataría de un fraude. Todo esto estaría respaldado por el fallo en la modificación de una cláusula que no había sido firmada por su hija. 

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Ante las acciones de su abuela, Riley no dudó en cortar todas las relaciones con ella. Y es que la hija de Lisa Marie no quiere volver a saber nada de ella y descarta tener "actos amigables", como sí que tenía pensado en un primer momento. 

De hecho, a tal extremo ha llegado la pelea entre ambas que Riley ha cambiado todas las cerraduras de la mansión familiar en Graceland, California, así como las de los documentos donde se administra toda la finca. Y es que es ella la verdadera administradora de toda la fortuna, que incluye, entre otros, el 15% de los derechos de imagen de su abuelo y las dos pólizas de seguro valoradas en más de 35 millones de dólares (casi 33 millones de euros). 

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Pero este no es el único frente abierto que Riley mantiene. Michael Lockwood, marido de Lisa Marie entre los años 2006 y 2021, le reclama una pensión de 40.000 dólares (37.241 euros) al mes para la manutención de las dos hijas que tuvo con la artista, las mellizas Harper y Finley.

De esta manera, se demuestra como la relaciones familiares llevan rotas desde meses antes a la muerte de Lisa Marie debido a, según se comenta, la actitud de la matriarca de la familia.