Ucrania asegura que habrá una retirada total rusa de Jersón mientras Putin ya teme las sanciones occidentales

Vladimir Putin, reunido con el líder checheno en el Kremlin.
Vladimir Putin, reunido con el líder checheno en el Kremlin.
EFE
Vladimir Putin, reunido con el líder checheno en el Kremlin.

Jersón va a ser totalmente ucraniana pronto. Esa es la información que maneja ahora mismo el Gobierno de Volodimir Zelenski en un contexto además en el que los dos lados están ávidos de victorias que puedan decantar la balanza -momentánea- de la guerra hacia un lado o hacia otro. Las tropas de Kiev consideran que la parte de la región que aún ocupan los soldados de Putin va a quedar liberada a corto plazo, tal como explicó este martes la portavoz del Comando Sur ucraniano, Natalia Humeniuk. En este sentido, aseguró que los representantes de Moscú instalados aún en Jersón se van de la zona "llevándose toda la documentación y las cosas que han saqueado" durante la ocupación.

Jersón es una de las cuatro regiones ucranianas, junto a Zaporiyia, Lugansk y Donetsk, que Rusia se anexionó unilateralmente el pasado mes de septiembre, sin haber logrado el control total del territorio. En el caso de Jersón, el ejército de Kiev logró recuperar su capital y otras áreas el pasado mes de noviembre, mientras los rusos retiraron sus efectivos a la orilla este del río Dnipro, que divide la región en dos y desde donde han continuado atacando a los ucranianos.

"Esta es una señal de que se está preparando otro gesto de buena voluntad" ruso, sostuvo Humeniuk en tono satírico usando la expresión que Moscú empleó para justificar que sus tropas fueran forzadas a abandonar los alrededores de Kiev y otras regiones ucranianas previamente ocupadas. La responsable militar no dio más detalles de las razones por las que se está produciendo esta retirada, que no puede ser confirmada por fuentes independientes. Según Humeniuk, el ejército ruso utiliza a la población civil que vive en la costa del Mar Negro, en esta región y en la vecina de Mykolaiv como "un escudo humano".

En ese contexto, Putin empieza a temer los efectos de las sanciones occidentales. "Sí, hay que reconocer que los que nos desean mal esperan causarnos problemas a medio plazo. Efectivamente, ese peligro existe. Somos conscientes", aseguró el presidente ruso solo unas horas después de que la UE prorrogase durante seis meses más las medidas restrictivas que afectan, entre otros, al propio inquilino del Kremlin y a su ministro de Exteriores, Sergei Lavrov.

Pese a ello, Putin evitó ser catastrofista y aseguró que los aliados de Ucrania han fallado en sus cálculos del daño que le podían hacer a la economía rusa. "Auguraron que nuestro PIB se desplomaría un 20% o más. No ocurrió nada de eso. Tenemos una contracción, pero no del 20%, sino del 2,1%", señaló. 

El presidente ruso destacó que la economía rusa ha crecido ininterrumpidamente durante los últimos siete meses, se fortaleció el mercado interno y que el sistema financiero no sólo resistió, sino que se afianzó gracias a la buena gestión del Gobierno y el Banco Central. "Pese a ciertas pérdidas, creo que el pasado año nos vino bien teniendo en cuenta que nos volvimos más soberanos y autosuficientes en los ámbitos económico y financiero", insistió. Asimismo, reiteró que la invasión de Ucrania va a seguir adelante más allá del peaje que tenga que pagar Moscú.

Según Putin, "para acercar la paz y la estabilidad, la sociedad tiene que consolidarse", aunque eso suponga lanzar invasiones unilaterales. "Cuando el enemigo vea que nuestra sociedad es fuerte y consolidada, entonces, sin duda, sucederá aquello por lo que luchamos, el éxito y la victoria", afirmó. El líder insistió en que Rusia durante "décadas" intentó tener buenas relaciones con Ucrania, pero "todo cambió en 2014", cuando el país sufrió "un golpe de Estado instigado por Occidente".

Lavrov, por su parte, banalizó con que "el nazismo se extiende a cada vez más países europeos", al intervenir en la inauguración del primer congreso del Movimiento Rusófilo Internacional. "Con la creación de bloques como AUKUS (Australia, Reino Unido y Estados Unidos) y el avance de las estructuras de la OTAN hacia Asia, el mundo anglosajón declara que se prepara seriamente para una confrontación de muchos años", dijo a este respecto el jefe de la diplomacia rusa.

Todo se concentra en Bajmut

En el frente bélico Bajmut sigue siendo el foco principal y Ucrania incide en que seguirá defendiendo la ciudad ante el avance ruso, que es cada vez más potente. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha encabezado durante la jornada una reunión con la cúpula de las Fuerzas Armadas en la que han participado comandantes de los grupos operativos y estratégicos militares para abordar la situación en el frente. "Todos los miembros del Mando Supremo de las Fuerzas Armadas han expresado una posición común a la hora de seguir manteniendo y defendiendo la ciudad de Bajmut", ha dicho la Presidencia.

Así, ha incidido en un comunicado en que "las partes han analizado el suministro de armas y municiones a las unidades de defensa en la línea de frente" y "han discutido el ritmo y volumen de la entrega de equipamiento y armas de los socios de Ucrania y su distribución entre los grupos de tropas". El comandante de las Fuerzas Terrestres de Ucrania, Oleksandr Sirski, reconoció el lunes que la defensa de Bajmut "sigue siendo difícil", a medida que crecen los temores entre los aliado de Kiev de que esta ciudad pueda caer pronto en manos rusas. Kiev ha reforzado recientemente sus defensas, en un momento en el que la OTAN teme que la ciudad acabe pasando definitivamente a manos rusas. 

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