El oro, uno de los principales valores refugio en tiempos de turbulencia, ha recogido el guante del shock bancario tras la quiebra de tres bancos estadounidenses y sube en las últimas jornadas su cotización por la alta demanda de los lingotes por parte de los inversores.

Este pasado lunes el valor del mineral crecía un 2,5% y ampliaba así las ganancias que se llevaban acumulando desde el pasado viernes por el traslado de dinero de los grandes inversores desde las acciones en el sector bancario hacia la inversión en oro. Este martes, en todo caso, se aprecia una ligera corrección después de cuatro jornadas al alza por la tranquilidad que el presidente Biden intentó inyectar en los mercados financieros con una alocución al país en el que aseguraba los depósitos de los ciudadanos en el quebrado Silicon Valley Bank.

"El oro se está beneficiando de la aversión al riesgo de los inversores y del pánico que se ha extendido estos días desde Estados Unidos hacia el otro lado del Atlántico", explica Marc Despallieres, jefe de estrategia y trading en Vantange. "Su cotización se ha estabilizado en torno a las los 1.880 dólares por onza, pero puede crecer por la profundización de la crisis bancaria en Estados Unidos"; añade Anuj Gupta, vicepresidente de IIFL Securities.

GOLD

La perspectiva de que la crisis por el hundimiento de Silicon Valley Bank sea temporal parece poco plausible. De momento, Moody's ha degradado su perspectiva para el sistema bancario de EE.UU a "negativa" desde el status de "estable" que tenía hasta ahora. 

Un golpe de credibilidad para una pronta recuperación de la confianza en el sistema financiero que podría volver a incrementar el interés por la inversión en oro o en otros valores, como las criptomonedas, que también han resurgido estos días. El bitcoin, de hecho, aumentó ayer su valor un 19% y superó la barrera de los 20.000 euros.

El crecimiento del valor de oro —coyuntural en los últimos días por las turbulencias en el sector financiero— ha sido sostenido en los últimos meses por las tensiones geopolíticas, la inflación disparada y el interés de China le sitúa con el mayor comprador del metal. "Unas compras así por parte de bancos centrales no se veían en los últimos 50 años", comentaba un experto a 20minutos hace pocas semanas.

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El World Gold Council (WGC) reconocía en su último informe trimestral de enero que 2022 había sido un año "excepcional" en lo que respecta a la compra de oro por parte de los bancos centrales. "A finales del tercer trimestre se informó de que se habían agregado 673 toneladas a las reservas, un máximo histórico. En octubre y noviembre continuaron las incorporaciones, pero a menor ritmo".