Cómo limpiar monedas antiguas: trucos para no dañar el material y dejarlas perfectas

Cómo limpiar monedas antiguas
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Cómo limpiar monedas antiguas

Las monedas antiguas suelen acumular suciedad, ya sea porque han pasado por muchas manos, han vivido en una hucha o han estado olvidadas durante años. Estas suelen tener más valor del que se tiende a pensar, sobre todo, si son ediciones poco comunes o ‘raras’. Por ello, es importante que, quienes se dispongan a limpiarlas para dejarlas en perfecto estado de conservación, sepan que no vale cualquier producto para que queden relucientes: si esto no se hace de la forma correcta, se puede dañar el material.

Consideradas una especie de tesoro por los coleccionistas, según su material y época, algunas cuentan con una pátina, una capa protectora que influye en su valor, y que se podría estropear al limpiarlas. Y lo cierto es que, aunque la llegada del euro hace más de 20 años hizo que muchos dejasen de coleccionar todo tipo de monedas europeas, aún hay un buen número de hogares españoles en los que se guardan monedas antiguas, como la peseta, por la que hay quienes ofrecen miles de euros.

Así, si se pretende retirar polvo, suciedad u óxido de las monedas antiguas, se pueden usar productos que se encuentran en casa con facilidad, y es fundamental conocer unos trucos y seguir los pasos tan sencillos que se mencionan a continuación.

Pasos para limpiar las monedas antiguas

Lo primero que se debe hacer para limpiarlas es ponerlas debajo de un chorro de agua templada, para quitarles la suciedad superficial, como el polvo o la tierra. A continuación, se les aplica con los dedos un poco de jabón neutro por ambas caras.

El siguientes es uno de los pasos principales, puesto que hay que dejar las monedas a remojo durante media hora, aproximadamente. Por último, se aclaran con agua destilada y se secan con una toalla.

Además, se aconseja evitar el manejo directo al limpiarlas, por lo que hay que utilizar guantes de hilo o quirúrgicos para manipularlas, y cogerlas por el canto. Tampoco se deben utilizar químicos, ni pulirlas: es preferible usar papel de cocina absorbente, algodón o dejarlas secar al aire siempre que se hayan aclarado con agua destilada. Y no hay que olvidar que se tienen que guardar de forma correcta, con papel o plástico inertes, sin acidez.

Con qué productos se pueden limpiar las monedas 

Es clave saber qué productos se pueden utilizar para dejar las monedas en perfecto estado, como si estuviesen recién salidas de una tienda de numismática:

  • Jabón neutro. Es muy útil para recuperar el brillo original, si se mezcla con agua destilada tibia –no debe estar caliente porque ensuciaría la moneda, ni fría porque no la limpiaría bien-. Hay que dejarlas en agua durante media hora y, pasado ese tiempo, secarlas con papel de cocina, no con una toalla de algodón, que quizá deje restos.
  • Bicarbonato. Cuando se añade un poco de zumo de un limón, se aplica la mezcla y se frotan las monedas en círculos. Tras ello, se aclaran con agua tibia.
  • Vinagre blanco. En este caso sí es conveniente emplear el agua fría del grifo para retirar las primeras suciedades. En un barreño, se mezcla agua templada con vinagre blanco. Transcurridos 30 minutos, se secan con una bayeta de microfibras o papel de cocina.
  • Alcohol. Otra opción para recuperarlas es juntar medio litro de alcohol y tres cucharadas de sal. Pero este, a diferencia del resto, es un proceso lento, dado que habrá que dejarlas sumergidas, al menos, 24 horas.
  • Aceite de oliva. Este es el producto ideal para las monedas de bronce y cobre. Pasados 10 minutos, se secan con especial cuidado.
  • Laca. Después de limpiarlas a fondo o, si se trata de monedas nuevas, es posible aplicarla directamente sobre ellas, para protegerlas de la suciedad.
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