Entrevista

Cruz Sánchez de Lara: "Ser feminista es, ante todo, ser coherente"

La abogada, escritora y activista por los derechos humanos Cruz Sánchez de Lara.
La abogada, escritora y activista por los derechos humanos Cruz Sánchez de Lara.
PEPE BOTELLA
La abogada, escritora y activista por los derechos humanos Cruz Sánchez de Lara.

Menos de un año después de lanzar su primera novela, Cazar leones en Escocia, la abogada y vicepresidenta de El Español, Cruz Sánchez de Lara, publica Maldito hamor, un thriller psicológico cuya escritura ha supuesto para la autora uno de sus retos más duros: escribir sobre "el mal amor", ese que reduce a la nada y que puede despertar las ganas de morir y de matar.

¿Está maldita la 'h' de hamor?
Las faltas de ortografía siempre causan problemas. Por eso, cuando intentas escribir hamor, la vida te da un vuelco y se te fastidia. Tenemos idealizada la palabra amor, y hay veces que nos empeñamos tanto en que algo lo sea, que le damos ese nombre a otra cosa. Hay gente que acaba con la vida destrozada por buscar el amor donde no lo está. Nos consideramos personas autosuficientes, pero siempre necesitamos que alguien nos quiera. Si elegimos mal, no recibimos amor, sino hamor con h. 

El arranque del libro ya indica que nos adentramos en una historia dura: "Aquel día en que te maté fue el comienzo de muchas cosas. Estaba ya harta de los duelos sin muerto presente y decidí fabricar el mío propio". 
Como autora, adentrarse en este thriller psicológico ha sido muy difícil, durísimo. He querido dejarlo dos veces y he terminado realmente agotada, porque me ha supuesto acercarme a la condición humana en su peor versión: la de hacer daño, desear la muerte y ejecutarla. Maldito hamor toca, afecta, no es una lectura fácil. Pero creo que nos puede ayudar a conocer a algunas personas que viven en nuestro entorno. Seguro que todos tenemos a una Clea o un Henry cerca. 

¿La experiencia ha ayudado a trazar la psicología de los personajes?He sido abogada durante 25 años, y en este tiempo he sentido que he traicionado a otras mujeres, porque Clea es un personaje construido con retazos de diferentes historias que he ido escuchando a lo largo de mi vida. He sufrido mucho escribiendo porque he tenido la sensación de estar revelando cómo puedes no llegar a verte en un espejo cuando pasas delante de él, o cómo se puede llegar a desear la muerte y creer que si una persona no te quiere, no vales nada. Es un libro con el que espero que todo el mundo entienda que nunca se puede decir 'a mí jamás esto me pasaría'. Y es muy importante que, aprovechando la experiencia de otras personas, podamos identificar cosas que no son normales y que pueden acabar nosotros. 

¿Y de dónde ha sacado la fuerza para conseguir acabar un proyecto así?
Que yo haya continuado este libro tiene dos nombres: mi editora y mi marido, Pedro J. Ramírez. Ambos me dijeron que no lo dejara, que era muy bueno. Y yo, que soy muy exigente conmigo misma, dije: 'pues lo termino y ya está'. El trabajo de una editora es algo muy desconocido. Esta es una compañera que te dice objetivamente cuándo te estás equivocando. Y, por otro lado, tener una buena relación de pareja, si es sana, es muy gratificante. Yo siempre digo que no merece la pena estar con alguien que no sea mejor que estar sola, porque estar contigo misma es maravilloso. 

"Es importante que, aprovechando la experiencia de otras personas, podamos identificar cosas que no son normales y que pueden acabar nosotros"
Cruz Sánchez de Lara posa con su segunda novela, 'Maldito hamor'.
Cruz Sánchez de Lara posa con su segunda novela, 'Maldito hamor'.
PEPE BOTELLA

En este libro vemos una relación tóxica. ¿Cuándo el amor sano se torna venenoso?
Creo que una relación tóxica nunca ha sido sana. Otra cosa es que tenga una apariencia sana. Estas relaciones pueden generar dependencia. En el libro he intentado poner el foco en el sexo de una relación tóxica, porque es adictivo. Luego entiendes que la relación de poder que se establece en este tipo de relaciones no está bien. Tiene esas partes eufóricas que te hacen pensar que tienes una relación mejor que la del resto, pero no es así. Quien sabe manipular, urdir una tela de araña, sabe hacerlo en lo bueno y en lo malo.

Y, por el contrario, ¿cuál cree que es la base de una relación sana?
El respeto y el amor. En un programa de radio escuché a un psicólogo, no recuerdo cómo se llamaba, que decía que la clave de una relación sana es 'un achuchón diario, una cita a la semana y una escapada al mes'. Es no olvidarte de que todo tiene que tener magia, porque la rutina se la come. Y también está la química y sentir que la vida es un proyecto común. No hay que competir.

Mejor admirar...Es que, si yo pretendiera ser como Pedro, tendría un problema. Él es mejor que yo en algunas cosas y yo le complemento en otras. Sería estúpida si pretendiera ser una periodista de su categoría, porque estaría abocada a la frustración. Cada uno tiene que saber qué es lo bueno que tiene. Cuando era pequeña, mi madre me decía: 'tienes que tener claro que nunca vas a ser ni la más lista ni la más guapa ni la más brillante ni la más buena. Tienes que ser un conjunto armónico'. Me parece un gran consejo. Creo que me veía con chispitas en los ojos y pensaba: 'que no se nos vaya de las manos'. Ella me llevó a tierra siempre. Y sigue haciéndolo.

Habla de su madre, y en el libro, como en Cazar leones en Escocia, vemos a mujeres de distintas generaciones. ¿Qué define a las protagonistas de sus novelas?
Son mujeres honestas y fuertes que sufren. Creo que tengo una imagen de mujer fuerte, pero sufro mucho. Y es injusto para las fuertes que no se entienda que tenemos vulnerabilidades, lloramos. 

Esto recuerda a que Clea, precisamente, tiene mucha ansiedad porque se le exige ser perfecta. ¿Su caso es un reflejo de la realidad que viven las mujeres?
De la tuya, la mía y la de casi todas. El perfeccionismo domina nuestra vida con una tiranía tremenda. Además, quienes son perfeccionistas y autoexigentes son buenas personas. Lo malo es que a ti esto te puede hacer daño, mientras los demás disfrutan de lo que les das. 

Quien dice "lo disfrutan" dice "lo aprovechan", ¿no?Claro, porque eres débil y vulnerable. Necesitas hacerlo todo correcto, precisamente, por lo que he comentado antes: todos necesitamos que nos quieran. Tenemos que plantearnos que el modelo de relaciones era tan imperfecto antes como parece que va a ser en el futuro. Ahora que estamos en la cuarta revolución industrial y que viene el 5G, que lo va a hacer todo por nosotros, lo que nos va a distinguir va a ser la empatía, la ética y la humanidad. La bondad tiene cada vez más fuerza en la sociedad. Es muy necesaria. 

¿Cree que la sociedad es cada vez más bondadosa?No, lo que quiero decir es que la bondad cada vez tiene más importancia. De hecho, creo que la sociedad tiene un grado de perversión tremendo, y por eso la bondad hay que buscarla en los individuos. Las formas que tenemos de relacionarnos abren la puerta a muchas perversiones. Te das cuenta de que te estás haciendo mayor cuando te preocupa la gente joven. Tenemos que asumir la madurez de una forma que no sea peyorativa, y entender que los jóvenes deben recoger algo que no recogimos nosotros. 

"Si pretendiera ser como Pedro J., tendría un problema, porque él es mejor que yo en algunas cosas, y yo le complemento en otras"

Imagino que no es casualidad que llegue a las librerías en el Día Internacional de la Mujer...¡Es un regalo de la editorial! Es un libro que habla de mujeres fuertes, potentes, frágiles y débiles. Cada una tenemos eso dentro. Todas somos muchas mujeres a la vez.

¿Cómo ha recibido este año el 8M?Con mucha preocupación. Me entristece que, en lugar de construir, se haga lo contrario, y que los políticos no sean conscientes de que estamos dando pasos atrás queriendo dar zancadas hacia adelante. Creo que están gobernando y legislando con cierta irresponsabilidad. 

El Congreso aprobó el pasado martes tramitar la reforma del PSOE de la 'ley del solo sí es sí' con el apoyo de la derecha y el rechazo de Unidas Podemos. ¿Qué opina sobre este revuelo?
Queda a la vista que la ley ha sido errónea en algunos aspectos. Esto no es un juego para ver quién llega antes. Ni siquiera es un juego: es un camino que hay que recorrer con seguridad y prudencia. Y ser feminista es, ante todo, ser coherente y rigurosa. No se puede jugar con los adelantos. Y, por ejemplo, creo que, en materia de transexualidad, se nos está yendo todo de las manos. 

¿Qué piensa de la 'ley trans'?
Una persona ya puede cambiar su sexo, su nombre, inscribirlo en el registro civil… y tener un proceso viable y fácil. Creo que este tema se está desvirtuando, y es una pena y un daño para la sociedad. 

¿Qué corregiría?La falta de rigor. La inmediatez también afecta a los políticos, y deberíamos encontrar leyes de consenso. Las prisas no son buenas consejeras. La igualdad es un tema urgente, pero hay que alcanzarla sin pausa pero sin prisa. Se deben elegir bien las batallas y los momentos, y aquí no se está haciendo. Esto no es la pelea de 80 personas a las que oímos hablar, sino que se trata del futuro de la sociedad.

Hablemos ahora de su trabajo en televisión. Es colaboradora en el programa Y ahora Sonsoles. ¿Imponen los platós?
Las primeras veces, un poco. Lo bueno es que es un programa con unos perfiles muy distintos. El primer día me sentaron a mí, que soy tan seria, delante de un humorista, y pensé: '¿Pero bueno, dónde estoy?'. Y ahora mi visión ha cambiado. De hecho, el otro día vivimos un momento muy impactante en el plató cuando se habló de la niña de 12 años que murió en Valencia por una supuesta negligencia médica. Los colaboradores lloraron y todos nos cubrimos. Entendí que eso que se dice de la familia de la tele existe. 

Participa desde hace años en labores activistas. ¿Qué causa es la que más le preocupa ahora mismo?Seguimos trabajando en la construcción de un centro para la reinserción de niñas que han estado en la cárcel por delitos menores. Me preocupa muchísimo África, porque tememos cuando llega una patera y nos afecta a nosotros, pero la sobrepoblación va a ser en los lugares más pobres de la Tierra. Y me preocupa también una guerra que estamos librando aquí y que lleva trece meses ya. Me preocupan muchas cosas... como la maldad. Hay un concepto que empleo a menudo en el libro: narcisista perverso.

¿Es lo mismo un narcisista perverso que un perverso narcisista?El concepto es de Miguel Lorente. Los narcisistas perversos son personas sin escrúpulos que hacen que la gente buena nos quedemos desarmados. Hay un matiz entre ambos conceptos, porque todo en la vida es medible. Y la perversión puede ser el sustantivo o el adjetivo. 

Hay una frase de Cicerón que le gusta mucho: "Una vida feliz consiste en tener tranquilidad de espíritu". ¿Cruz Sánchez de Lara la ha alcanzado?Creo que sí. Tengo mis días, pero si me muriera mañana, todos los de mi alrededor podrían estar tranquilos. No tengo ninguna cuenta pendiente que arreglar. Creo que gestiono bien mis emociones, pero me ha costado mucho trabajo. No es que haya nacido con un carácter excepcional, sino que he sufrido mucho, y el sufrimiento es uno de los grandes maestros de la vida.

CRUZ SÁNCHEZ DE LARA

  • Abogada y activista en materia de derechos humanos y sostenibilidad, es vicepresidenta de El Español y editora de los verticales Enclave ODS y MagasIN. En 2011 fundó la ONG THRibune for Human Rights, la cual sigue presidiendo. Cazar leones en Escocia fue su primera novela (Espasa, 2022).
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