La futura coronación de Carlos III, que se celebrará el próximo 6 de mayo, tiene ya muchos preparativos avanzados y es en parte gracias a Edward Fitzalan-Howard, el duque de Norfolk, quien también fue el encargado de tener a punto todos los detalles del entierro de Isabel II.

El aristócrata, de 65 años, es el responsable de organizar la apertura del Parlamento, los funerales de Estado de todos los soberanos y todas aquellas ceremonias en las que el monarca de Inglaterra tenga alguna relación directa. Ocupa así un puesto que existe en el país desde la Edad Media. 

Sin embargo, Edward Fitzalan-Howard va a vivir algo inaudito. En menos de un año va a ser capaz de organizar el entierro de la reina Isabel II, la coronación de su sucesor, Carlos III, y la boda de su propio hijo, Lord Philip Fitzalan Howard.

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Importante en este papel es que se trata del conde de Mariscal desde 2002, cuando heredó el cargo de su padre, Miles Francis Stapleton Fitzalan-Howard. Su abuelo fue el responsable de preparar la coronación de Isabel II en 1953, el funeral de Estado del presidente Winston Churchill en 1965 y la investidura de Carlos III como Príncipe de Gales en 1969.

Además de heredar ese ducado, la muerte de su padre le dejó extensas tierras en Reino unido y el castillo de Arundel en West Sussex, que data del siglo XI, donde vivía esta familia de aristócratas.

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El actual duque de Norfolk se dio el 'sí, quiero' en 1987 con Georgina, con quien estuvo casado durante más de tres décadas. Con ella tuvo a sus cinco hijos: Henry, Rachel, Thomas, Isabel y Philip. Sin embargo, en 2011 se separaron y, a pesar de que retomaron su relación cinco años después, en el pasado mes de agosto se divorciaron.

Al poco tiempo, Edwuard volvió a pasar por el altar con Francesca Herbert, conocida como Chica, de 59 años. Se casaron el 10 de noviembre de 2022 en el ayuntamiento Chelsea Old Town Hall en una boda íntima.

Precisamente su actual mujer puede tener un papel importante en la coronación de Carlos III, pues en 1937, en la coronación de Jorge VI y la reina Isabel Bowes-Lyon, fue la duquesa de Norfolk quien sostuvo el baldaquín que cubría a la reina Isabel.