Asuntos familiares, es una película protagonizada por Marion Cotillard y dirigida por Arnaud Desplechin, que lleva apenas un mes en cartelera y en la que se cuenta la mala relación de dos hermanos en la que "la vida, el crecimiento interior y el daño que puede hacer la competitividad entre dos niños" son los temas principales.

Así es como la actriz ha definido este largometraje en una entrevista a EFE para promocionarlo. Cotillard considera que, aunque algunos padres piensen que la competición entre sus hijos está bien, "produce mucho dolor, que puede acabar transformado en odio".

Asimismo, la parisina ha aprovechado para hablar de otros temas de actualidad, entre los que se encuentra el movimiento Me Too, la iniciativa que se creó para denunciar la agresión y el acoso sexual en el mundo del cine.

"Es una revolución necesaria y queda mucho camino por hacer, pero estoy muy contenta de que las mujeres empiecen a dejar de ser subordinadas, que no sean agredidas y que no se vean como objetos sexuales. Pero queda mucho camino", apunta.

Aunque este de acuerdo con este movimiento, asegura que ella no se considera "feminista", al igual que tampoco se define como "ecologista" pero apoya las ideas, puesto que para ella "cualquier etiqueta es reductora".

"Lo que sí puedo decir es que siento un profundo amor por las mujeres, que tengo necesidad de luchar con ellas para que consigan sus derechos fundamentales y que hay cosas en particular que me sublevan, como la desigualdad de salarios", concluye con sus declaraciones.