Hace unos días Lydia Lozano, desconcertada y entre lágrimas, abandonó el plató de Sálvame tras las declaraciones de un testigo oculto, quien aseguró haber visto a la tertuliana frecuentando locales de intercambio de parejas. Pese a su negación, los colaboradores del programa siguieron insistiendo en el tema hasta que ella llegó a su límite y decidió marcharse del espacio. 

Todo se remonta a este 6 de febrero, día en el que salió a luz que Froilán había sido desalojado de un local nocturno, que también era utilizado para el intercambio de parejas. Desde entonces, se especuló que la madrileña asistía al lugar. 

Tras varios comentarios de sus compañeros de plató y alguna que otra mordedura de lengua por su parte, la gota que derramó el vaso fue la declaración de un testigo que afirmaba haber visto salir a la periodista en al menos cuatro ocasiones de este tipo de locales y que, de hecho, unas de las veces la vio irse despeinada de unas de las habitaciones.

A pesar de que no es la primera vez que Lydia vive un momento de tensión en el plató, esta vez la situación la ha desbordado e, incluso, ha afectado a su día a día. El pasado fin de semana, se vio a la colaboradora llorando mientras paseaba por las calles de Madrid. "No puedo más. Estoy destrozada. Busco apoyo de mi familia", expresó entre lágrimas. El marido de la tertuliana, Charlie, está siendo un gran apoyo para ella en estos duros momentos. De hecho, él le acompañaba cuando ella rompió a llorar en mitad de la calle.