Los representantes de siete ejes comerciales del distrito de Ciutat Vella de Barcelona se han presentado este miércoles antes los medios de comunicación en el Ateneu Barcelonès para avisar de la "grave situación" que atraviesa el centro de la ciudad en aspectos tan relevantes como la seguridad, la limpieza, la movilidad, la delincuencia, la mendicidad o el propio vecindario. Las entidades han exigido una "reunión urgente" con la actual alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y con la persona que sustituya al hasta hace poco primer teniente del gobierno municipal, el socialista Jaume Collboni, para trazar un "plan estratégico global" para el distrito como el que se llevó adelante en los años ochenta del siglo pasado y que supuso "todo un éxito", han indicado. 

Este acto conjunto constituye "un aviso a navegantes" dirigido a la persona que ocupe la alcaldía de la ciudad a partir del 28 de mayo, y a quien dirigen sus reivindicaciones tras la "decepción" y la "falta de diálogo" con el equipo actual al mando de BComú y PSC.

Los presentes representaban al comercio de la Barceloneta, La Rambla, la Plaza Reial, los Porxos del Port, Pelai y el Born. Han denunciado el "momento crítico" que atraviesan los establecimientos a los que representan, y que pasa por "limitación de licencias" para ciertos negocios y terrazas, la expulsión de la zona del comercio tradicional y de calidad y "la pérdida de atractivo por una oferta comercial de repetición que no atrae ni a barceloneses ni a visitantes". 

En Ciutat Vella perdemos vecinos y servicios que se están trasladando a lugares donde la movilidad sí que es posible" (Gabriel Jené, Barcelona Oberta)

"Un problema de ciudad"

Todo esto "ha ocasionado una situación de degradación y decadencia que no se veía en Barcelona desde los años setenta", ha explicado la representante de Barna Centre, Núria Raja. "En los últimos años no hemos recibido ni compromisos ni soluciones por parte del distrito de Ciutat Vella", ha lamentado Raja, que ha definido la situación que atraviesa el comercio del distrito como "un problema de ciudad". Ha puesto como ejemplo de este desencanto del comercio con el Ayuntamiento el hecho de que "de las 114 especialidades comerciales" que tenía el distrito "solo queden una treintena" actualmente. Las tiendas de 'souvenirs' representan ya el 60% del tejido comercial de calles tan céntricas como Comtal, Ferran o Portaferrissa, ha expresado Raja. 

Gabriel Jené (Barcelona Oberta) ha puesto el foco en el acto sobre otras de las problemáticas que está castigando a comercios como el que dirige, las tiendas de decoración y hogar La Mallorquina, las restricciones de movilidad al vehículo privado por las obras que se están llevando a cabo en ejes de conexión entre mar y montaña como Via Laietana, la avenida del Paral·lel o el Passeig de Sant Joan. 

BARCELONA OBERTA

"Estas obras son necesarias para la ciudad, pero lo que no podemos entender es que esta transformación vaya en contra de la accesibilidad de los ciudadanos al centro, porque esto es matar la ciudad", ha declarado el empresario. "En Ciutat Vella perdemos vecinos y servicios que se están trasladando a lugares donde la movilidad sí que es posible", ha advertido Jené respecto a la "desertización" del distrito más céntrico de la capital catalana.

Las tiendas de 'souvenirs' representan ya el 60% del tejido comercial de calles tan céntricas como Comtal, Ferran o Portaferrissa

Mendicidad y delincuencia "organizada"

Víctor Arrese, que trabaja en la Plaza Reial desde hace 27 años, ha demandado "una actuación urgente de Serveis Socials del Ayuntamiento para evitar escenas inhumanas" que se viven en esta plaza unida a La Rambla de personas sin techo. El 28% de la mendicidad se concentra en Ciutat Vella, según datos de la Fundació Arrels y Arrese ha criticado con contundencia la gestión de este tema por parte del Consistorio de Ada Colau: "Nunca he visto una degradación tan grave como la que nos ha traído el actual gobierno en los últimos años". 

Desde la Barceloneta, Laura Odriozola, ha denunciado los constantes hurtos y robos con violencia e intimidación, que dejan imágenes cuanto menos surrealistas de "encontrarse haciendo cola en la comisaría de los Mossos de Ciutat Vella denunciado y denunciante" o de no denunciar pequeños hurtos ante esperas "de hasta 14 meses" para que se celebre un juicio rápido. "Tenemos grupos organizados y puntos negros identificados", ha dicho Odriozola, "y estos individuos actúan con total impunidad contra residentes, turistas y comercios. 

Además, se sigue incrementando el tráfico de drogas, los narcopisos y el consumo en la calle. Ha recordado los datos del Ministerio del Interior que sitúan a Barcelona como la ciudad de España que registra más robos con violencia e intimidación en los primeros 9 meses del año pasado, con 9.641 casos, un 30,7% más que en el mismo periodo del año anterior. 

La denegación de hasta el 90% de licencias de ampliación de terrazas y la criminalización de los veladores al aire libre comportará que "ante su falta, proliferen los botellones", ha asegurado Carlos Arriaga de Born Comerç. "Las terrazas son un bien social y cultural del centro de la ciudad y el segundo motor de atracción de visitantes y turistas a nivel iunternacional" de Barcelona, ha defendido. Arriaga también ha afirmado que las entidades están "hartas de reclamar que haya mayor presencia policial en las calles a la salida de restaurantes y teatros". 

La Rambla tampoco escapa de estas problemáticas, como ha indicado el presidente de Amics de la Rambla, Fermí Villar. "Hasta ahora el Ayuntamiento no nos ha escuchado", ha lamentado, y ha criticado que a pesar de que el actual gobierno municipal "haga bandera de sus políticas en materia de vivienda", en Ciutat Vella, las ayudas destinadas "son mínimas e insuficientes". Ha dibujado una realidad en la que propietarios "no pueden afrontar las derramas de sus fincas", teniendo en cuenta que en La Rambla el 88% están catalogadas o protegidas. 

Villar ha apostado por impulsar cambios de usos en porterías o la recuperación de antiguos palomares de estos edificios "para que la comunidad reciba ingresos extras que pueda destinar a la rehabilitación del edificio". De los 112 edificios que conforman La Rambla, 58 son viviendas y cerca de 30 tienen como propietarios totales o parciales a la Administración, "que en muchos casos no colabora con los gastos de reforma o rehabilitación", ha afeado.