El Hormiguero comenzó la semana con la visita del escritor y periodista Máximo Huerta, que comentó con Pablo Motos sobre su nueva aventura empresarial que acaba de abrir en Buñol (Valencia).

"Acabas de abrir La Librería de Dª Leo: ¿Es más arriesgado abrir una librería o aceptar ser ministro?", le preguntó el presentador. El invitado le contestó que "es más complicado lo primero. Admiro a todos los que abren un negocio por los papeleos, ha sido más complicado, pero mucho más gratificante".

"Ser ministro lo acepté a los 30 segundos de ofrecérmelo mientras me tomaba un café y un cruasán", señaló el exministro de Cultura y Deporte del gobierno de Pedro Sánchez.

Huerta recordó sus días en política: "Solo estuve una semana y me quisieron pagar lo que me correspondía prorrateado, unos 1.000 euros, pero renuncié a todo, no quise nada, ni cargos, ni el recuerdo… quería hacer una digestión como yo pude, lenta y dolorosa. Solo me quedé con la cartera de ministro de recuerdo", afirmó.

"Me tiraron al precipicio, esa tarde no me llamó nadie, pedí el coche y subí con el discurso para dimitir, pero yo había pagado mi deuda con Hacienda y tres multas, las dos que me correspondían y la dimisión como ministro", explicó el escritor.

"Pedro Sánchez acababa de llegar al Gobierno: ¿Tuviste la impresión de que fue para ejemplarizar?", quiso saber Motos. "Esto me lo dijo gente importante del PSOE después, yo no sé si creerlo", le contestó Huerta.

Y añadió que "me dijeron que estuviera un mes callado, estuve un mes callado no porque me lo dijeran sino porque no podía hablar, era incapaz de hablar. Me fui a Londres con mis amigos y me caí en el aeropuerto al ver las portadas".

El escritor también quiso destacar que el día de su nombramiento notaba prejuicios: "Cuando vi la tele, me di cuenta de que las imágenes que se seleccionan no son de mí como corresponsal, firmando libros… son imágenes de chanza, para rellenar el vídeo. Ahí empecé a oler que no iba a ir bien".

Por último, el presentador le preguntó: "¿Cómo fue tu última conversación con Pedro Sánchez?". Huerta le contestó: "Yo subí con el coche a Moncloa, con el discurso escrito, entré y me dijeron que esperara, la espera se me hizo eterna. Entré a hablar con él y me resultó paradójico que empezó a hablar de él, de cómo le verían en el futuro… Me fui al Ministerio, hice la rueda de prensa y me marché a casa", concluyó.