La historia de València a través de los nombres de sus calles

Distrito de Ciutat Vella, en el casco histórico de València.
Panorámica del centro histórico a la altura de las plazas Redonda y de la Reina.
ARCHIVO
Distrito de Ciutat Vella, en el casco histórico de València.

San Francisco, General Espartero, Isabel II, Libertad, Emilio Castelar, Caudillo y País Valenciano. Todos estos nombres reflejan la evolución histórica de las denominaciones que ha recibido a lo largo de los dos últimos siglos la actual plaza del Ayuntamiento, un espacio en continua transformación física y simbólica. Esta cronología muestra no solo la evolución histórica de València, sino también la huella que la ideología imperante en cada periodo ha ido dejando en el callejero de la ciudad.

Para recoger y explicar estos cambios, el Consistorio acaba de editar Toponimia y memoria urbana. La configuración del nomenclátor de calles de València (1812-2019), del escritor y topógrafo valenciano Luis Fernández, una investigación de más de 300 páginas que permite reconstruir la historia del municipio a través del simbolismo que encierra el dominio del nomenclátor urbano.

La obra incluye imágenes históricas, planos, documentos de archivo y fotografías de placas que han colgado y cuelgan de las fachadas dando nombre a calles, plazas y avenidas de distintas épocas.

El libro se centra en el inicio de la toponimia urbana contemporánea a comienzos del siglo XIX y llega hasta las últimas modificaciones de la segunda década del siglo XXI. Fernández recoge tanto el nomenclátor histórico reflejado en apelativos populares para los nombres de las calles, tal y como se puede ver en el plano del padre Tosca de 1704, o la posterior guía de València de Orellana, como en los expedientes de rotulación de calles conservadas en el Archivo Histórico Municipal.

El autor afirma que, además de para orientarse, el callejero es "un mapa de la memoria de la ciudad" que "puede proyectar la conciencia histórica". Según añade, "todas las ideologías han ido dejando su impronta" y de ahí la importancia de analizar la transformación de los nombres de las calles y su "instrumentalización por parte de las elites".

"Un mapa de la memoria"

"Los nombres de las calles constituyen un mapa de la memoria y una red de símbolos que permiten reconocer el alma de la comunidad. Así, mediante estos nombres podemos seguir la evolución, y reconstruir el relato propio de la ciudad", expone la concejala de Recursos Culturales, Gloria Tello. Además, sostiene que, por su búsqueda en archivos, se trata de una obra "monumental y de lectura obligatoria". El libro se presenta este martes en el Salón de Cristal de la casa consistorial.

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