La justicia rusa liquida al Grupo Helsinki de Moscú, la ONG de derechos humanos más antigua del país

El Tribunal Urbano de Moscú ha fallado este miércoles a favor de la liquidación del Grupo Helsinki de Moscú, la organización de derechos humanos más antigua de Rusia. La decisión contra la ONG fue tomada en solo seis horas por el juez Mijaíl Kazakov, atendiendo a la solicitud del Ministerio de Justicia, según informa el portal independiente Mediazona.

El Gobierno alegó en la demanda que las autoridades detectaron irregularidades durante una inspección en noviembre de 2022, como por ejemplo que personal del Grupo Helsinki realizase actividades fuera de Moscú, algo a lo que teóricamente no tendría derecho.

Un representante de la acusación dijo en el juicio que las infracciones no eran subsanables y que el ministerio consideraba adecuado el castigo. La ONG, fundada en los 1970, rechazó los motivos esgrimidos por Justicia y pidió desestimar el recurso. "Las afirmaciones que se hacen son absurdas. Los derechos humanos son extraterritoriales", dijo Valeri Borschev, del Grupo Helsinki de Moscú.

La ONG recurrirá el fallo

Una vez conocido el fallo, el grupo anunció que recurrirá su liquidación ante instancias superiores. La directora de la organización, Svetlana Astrajántseva, aseguró a Efe en la víspera del juicio que, desde el inicio de la campaña militar en Ucrania, "los rusos no tienen derechos civiles ni políticos". El dictamen de este miércoles no es definitivo, por lo que el Grupo Helsinki podría recurrirlo, según fuentes citadas por la agencia Interfax.

Hace poco más de un año, la Justicia rusa ordenó la disolución de otra conocida organización de derechos humanos de este país, Memorial Internacional, por la "violación" de la ley sobre agentes extranjeros. Además, esta ONG fue acusada por las autoridades de crear "una imagen falsa de la Unión Soviética como Estado terrorista", en alusión a sus investigaciones de las represiones estalinistas.

Las autoridades políticas de Rusia, en connivencia con las judiciales, han endurecido la persecución de organizaciones consideradas críticas en los últimos años, en una tendencia que se recrudeció especialmente tras el inicio de la ofensiva militar sobre Ucrania en febrero de 2022.