Entrevista

Marisa Protomártir (Asufin): "El riesgo de las revolving es que se puede llegar a deber tanto dinero adeudado como intereses aparejados"

Marisa Protomártir, responsable jurídica en Asufin
Marisa Protomártir, responsable jurídica en Asufin
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Marisa Protomártir, responsable jurídica en Asufin

Las tarjetas revolving vuelven a estar a debate después de que sus intereses se hayan disparado al 21%, porcentaje que el Tribunal Supremo había considerado usura a través de una sentencia en 2020. Estas tarjetas de crédito permiten aplazar y fraccionar los pagos, sin embargo, se tratan de uno de los productos financieros más controvertidos debido a sus altos intereses. Marisa Protomártir, responsable jurídica de Asufin, da a 20minutos los riesgos de este tipo de préstamo frente a otros.

Las tarjetas revolving son una opción que los usuarios consideran para fraccionar los pagos. Pero, ¿cómo funcionan estas tarjetas?El préstamo revolving (que se activa con estas tarjetas) incorpora un mecanismo de amortización de la deuda muy complicado que, a veces, pasa desapercibido por el consumidor y es fuente de controversia e incluso litigio en tribunales. Cada mes se abona una cuota que, normalmente, es reducida y que sufraga, básicamente, la parte de intereses e incluso seguros que llevan aparejados. Solo una pequeña parte va destinada a satisfacer el principal, es decir, la deuda contraída. Como resultado, toda la deuda que pasa al mes siguiente vuelve a soportar una carga de intereses que, en muchos casos, supera el 20%. Y así una y otra vez, de manera que la deuda se convierte en eterna, máxime si se siguen haciendo disposiciones o cargos.

Las revolving son un tipo de tarjetas muy desaconsejadas y, si se pueden evitar, mejor

¿Cuál o cuáles son las diferencias entre las tarjetas de crédito convencionales y las revolving?En una tarjeta de crédito convencional la deuda contraída se satisface, en la mayoría de casos, en su totalidad y a mes vencido, lo cual no genera ningún tipo de pago de intereses. En caso de que se haga fraccionamiento de pago sí hay intereses, pero son moderados y normalmente se pagan de una sola vez. En una revolving, sí. Solo se abona una cuota de toda esa deuda. Por ejemplo, si he efectuado compras ese mes por valor de 500 euros, con una revolving puedo hacer frente a una cuota de apenas 50 euros y aplazar el pago de los 450 euros restantes, con el problema antes descrito.

En este sentido, ¿cuáles son los riesgos que supone esta modalidad?Siguiendo el ejemplo anterior, toda la deuda que, mes a mes, no se termina de amortizar genera una especie de bola de nieve que amenaza la estabilidad económica de las familias. El riesgo de la revolving llega al paroxismo de que el usuario puede llegar a deber tanta cantidad de dinero adeudada como intereses aparejados. En Asufin hemos simulado que 1.000 euros gastados en una revolving, a razón del pago de una cuota de 25 euros al mes, generan otros 1.000 euros en intereses al cabo de seis años. Y eso teniendo en cuenta que, por el camino, el usuario no ha incurrido en nuevos gastos. Lo habitual es que el cliente use el mecanismo revolving de forma recurrente, por lo que esos 1.000 euros de nuestro ejemplo, en 6 años, se pueden haber visto multiplicados con creces, con sus consiguientes intereses.

Si aun así un usuario decide adquirir una de estas tarjetas, ¿qué debe tener en cuenta antes de contratarla?
Todo lo dicho anteriormente. Debe exigir información e incluso una simulación del cuadro de amortización de la tarjeta. Y pensar que, a mayor cuota a pagar mes a mes, menor carga de intereses soportará la deuda restante. Con todo, es un tipo de tarjetas muy desaconsejadas y si se pueden evitar, mejor. Actualmente, con carácter previo al contrato, al cliente se debe entregar una ficha informativa que incluya ejemplos de amortización, en función de la forma de pago elegida (importe de la cuota), del importe dispuesto y con información de cuánto tiempo tardaría en cancelar la deuda generada.

¿Qué diferencia hay entre este y otros tipos de préstamos?Relacionada con la pregunta anterior, siempre recomendamos al usuario solicitar un préstamo al consumo convencional, cuyos intereses rondan el 7-8%, si existe una necesidad económica que atender. Es una opción mucho más aconsejable que la de 'tirar' de tarjeta revolving que, en definitiva, supone hacer uso de un dinero de forma constante del que no se dispone.

Las entidades se han encargado de 'colocar' de manera intensiva este producto en el mercado porque les resulta muy lucrativo

¿Diría que los tiempos de crisis o inflación ayudan a que el uso de las revolving aumente?Por desgracia, me temo que llevamos años asistiendo al uso de este tipo de productos, más allá de que suframos un momento económico delicado o con carga inflacionaria, desde el año pasado. Las entidades se han encargado de 'colocar' de manera intensiva este producto en el mercado porque les resulta muy lucrativo. Pero no solo los bancos: un problema adicional que encontramos con estas tarjetas es que se comercializan en ámbitos no estrictamente bancarios, lo que resta calidad al proceso de contratación, como pueden ser supermercados, gasolineras, centros comerciales…

¿Qué consejos daría a la hora de adquirir cualquier préstamo?La primera pregunta fundamental que debe hacerse cualquier usuario en esa tesitura es: ¿necesito pedir prestado dinero? A partir de ahí, sondear el mercado en busca del producto que se ajuste mejor a las necesidades de uno y preguntar por el precio exacto que va a pagar. Es lo que conocemos como la TAE del producto: el tipo de interés del préstamo y todos los gastos aparejados, así como resto de condiciones, comisiones, etc. Cuanta mayor información se recabe, con mayor seguridad se podrá firmar el contrato.

Una vez un usuario ha pedido un préstamos, ¿qué línea debería seguir para no endeudarse por encima de sus posibilidades?
Este tipo de consejos parten de un cierto sentido común o principio de prudencia. Es muy útil conocer el estado financiero real de nuestra economía doméstica que, aunque resulte algo obvio, a veces no lo es tanto. Saber exactamente qué debemos y qué ingresamos, si tenemos o podemos tener cubiertas determinadas eventualidades o si éstas podrían poner en riesgo fácilmente nuestra estabilidad económica. Para ello, es fundamental, destinar una parte de nuestros ingresos, en la medida de nuestras posibilidades, al ahorro. También es importante examinar lo que consideramos 'necesidades' y lo que realmente no lo son.

Por otro lado, recientemente Asufin publicaba un estudio sobre que los bancos solo ofrecen la cuenta de pago básica en el 15% de los casos. ¿Qué ventajas tiene este tipo de cuenta?Es una cuenta cuya regulación emana de una directiva europea que tiene como finalidad facilitar la bancarización de todos los ciudadanos de la UE. En ese sentido, es una cuenta muy elemental que permite una serie limitada de operaciones pero que es gratuita para los colectivos vulnerables. El resto de la población también puede disponer de una cuenta de este tipo, si no tiene abierta otra en ninguna entidad, pagando solo 3 euros al mes.

¿A qué cree que se debe el desconocimiento de esta cuenta?Estamos convencidos, y los datos recogidos en nuestro estudio así lo avalan, que los bancos no ofrecen, con el interés debido, este producto. Incluso a los potenciales beneficiarios, de colectivos vulnerable, no se les informa adecuadamente sobre la existencia de este tipo de cuentas. Y en la mayoría de casos se ofrece antes el producto comercial del banco que esta cuenta.

¿Por qué es necesario que se informe a los clientes sobre la cuenta de pago básica?
Es un derecho que tenemos reconocido por ley. Por esa simple y contundente razón el banco debería disponer de este producto de forma prioritaria en su portfolio. Y sin duda, porque es un producto adecuado para los colectivos más vulnerables, recordemos que es totalmente gratuita cumpliendo unos determinados requisitos.

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