El Ayuntamiento de Madrid sacó muchas lecciones de Filomena. Ahora que la meteorología prevé heladas y precipitaciones en forma de nieve sobre la ciudad es momento de ponerlas en práctica. El temporal que se avecina no se parece ni de lejos a la gran borrasca que sacudió la capital en 2021, con espesores de 30 centímetros, temperaturas bajo cero y 30 horas continuadas de nevada, pero, precisamente por episodios pasados, los servicios municipales saben que no conviene bajar la guardia. 

Desde hace diez días se han suspendido los baldeos nocturnos de las calles, se esparce sal en 1.250 m3 de la ciudad y se vigila un total de 1.427 puntos "en los que es más probable que se produzcan placas de hielo o la nieve pueda cuajar", ha informado este jueves el delegado de Medio Ambiente y Movilidad del Consistorio, Borja Carabante, en rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno donde ha dado cuenta de la activación del nuevo Plan Nevada para la ciudad. 

En esta nueva estrategia, los medios mecánicos y manuales para hacer frente al posible temporal se han incrementado respecto al año pasado un 36,24%, pasando de 1.043 a 1.421. De la flota de año, 236 son equipos mecánicos, es decir, vehículos equipados con algún dispositivo para su empleo en el Plan Nevada como puede ser salero con cuña y salmuero o camiones de peinado. El resto son 1.185 equipos manuales que incorporan medios para la retirada y el salado de aceras y cuentan con carrito quitanieves, cuña y fresadoras manuales. En caso de medidas extraordinarias, el Servicio de Limpieza Urgente (Selur) cuenta con 28 vehículos y 316 personas, que tienen para sus funciones 144.000 litros diarios de producción de salmuera y 420 toneladas de sal.

Respecto a los medios humanos, con el nuevo contrato del Selur, el dispositivo actual pasa de 5.258 operarios que hubo en 2021-2022 a 5.728 efectivos este año, un incremento del 8,94 %. Todos ellos están preparados para actuar las 24 horas conforme evolucionen las condiciones meteorológicas.

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Por lo demás, el Consistorio madrileño tiene en el radar 1.427 puntos de actuación preferente, donde se extienden los fundentes cuando se necesita para evitar la formación de placas de hielo. Son los entornos de determinados centros de servicios públicos como hospitales, colegios, galerías comerciales o juntas de distrito para garantizar el acceso a sus instalaciones. También se han instalado sensores de temperatura en la calzada, así como se ha puesto en marcha un mapa térmico que permite predecir con una mayor antelación y fiabilidad el riesgo de nevada y helada.