Las cáscaras de huevos, los posos de café, sobras de pescado o restos de jardinería que echamos al cubo marrón servirán para abonar parques y jardines de toda la ciudad. Concretamente, la nueva planta de compostaje del Parque Tecnológico de Valdemingómez tendrá capacidad para almacenar 102.409 toneladas de residuo orgánico al año, que después de diferentes procesos de tratado, se convertirán en 25.000 toneladas de  fertilizante aprovechable en la economía circular e, incluso, apto para su comercialización.

El delegado municipal de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha podido comprobar in situ este miércoles el estado de las obras de la infraestructura que se ubicará donde antes se erigía la antigua planta de La Paloma, ya demolida. Los trabajos avanzan a buen ritmo y concluirán en unos meses, permitiendo que la planta esté operativa a finales de este año. Además de producir un compost para los suelos, "evitará la emisión de gases de efecto invernadero y los malos olores", ha apuntado el edil popular haciéndose eco de una de las demandas de los vecinos de la zona.

"La fracción orgánica es el residuo que más se produce y recicla en la ciudad. De los cerca de 1,4 millones de toneladas que se generan en Madrid, 500.000 son residuo orgánico y restos de poda, es decir, el 36,4% del total", ha comentado Carabante durante su visita. Casi todo es aprovechable, pues, como ha seguido diciendo el delegado, en el cubo marrón hay "un 80% de basura orgánica y un 20% de cosas que no deberían tirarse ahí".

Ayuntamiento de Madrid

La solución tecnológica elegida para llevar a cabo el proceso de compostaje consiste en un proceso automatizado y altamente sensorizado que posibilita un control exhaustivo del tratamiento en tiempo real a través del uso de la inteligencia artificial. "Vamos a contar con la mejor tecnología disponible en el mercado para cumplir con el compromiso de la economía circular", ha subrayado el concejal de Medio Ambiente. Así "obtendremos un compost de altísima calidad", ha apostillado la directora del parque de Valdemingómez, María José Delgado.

Las obras comenzaron en junio. Cuentan con un presupuesto total de más de 41.013.120 euros (IVA incluido), de los cuales 31 millones se destinan a la construcción de la planta y el resto a su explotación durante 3 años. Y su construcción y posterior aprovechamiento corre a cuenta de la UTE PreZero, FCC y Gyocivil. Según ha revelado el delegado, la planta se llamará Los Cantiles. Denominación que se basa en la geología de la zona, un planteamiento similar al del resto de las plantas de tratamiento de residuos del Parque.

Por lo demás, la nueva planta de producción del abono compartirá parcela con una instalación fotovoltaica de 1,49 megavatios de potencia que aprovechará toda la energía de su alrededor.