La limpieza en el hogar es fundamental para mantener el bienestar, el confort y la salud personal. De hecho, no se debe descuidar la higiene en los dormitorios, sobre todo, en la ropa de cama, donde se pasan muchas horas. 

La ropa de cama, como las sábanas, los edredones o las mantas, acumulan ácaros y bacterias, además de otra suciedad que se impregna en la ropa debido a su uso, como puede ser el sudor o las pieles muertas. 

Para acabar con todo ello, es recomendable cambiar las sábanas frecuentemente y, también hacer una limpieza del colchón y las almohadas cada cierto tiempo, así como ventilar la habitación por las mañanas antes de hacer la cama, para que la ropa de cama también se airé.

¿Cada cuánto tiempo hay que cambiar las sábanas?

Bien es cierto que no hay una norma concreta sobre cada cuánto tiempo lavar las sábanas y el resto de los elementos que constituyen la ropa de cama, aunque los expertos recomiendan hacerlo, al menos, una vez a la semana.

Esta frecuencia puede variar dependiendo del uso que se le dé a la cama, ya que no es lo mismo dormir solo que acompañado, al igual que se recomienda un cambio más frecuente en caso de tener mascotas o durante el verano, cuando se suda en mayor medida.

En todos estos casos, los expertos recomiendan cambiar las sábanas cada 3 o 4 días, sobre todo, cuando se trata de la funda de la almohada, donde se acumula una mayor suciedad, que está directamente relacionada con problemas de acné, manchas y otros problemas de la piel a causa de las bacterias.

Entre otras recomendaciones, es muy importante ventilar la habitación por las mañanas, con la cama deshecha y las sábanas retiradas, algo que ayudará a mantener la higiene de la ropa de cama durante más tiempo, evitando que se acumulen los ácaros y las bacterias.