El fundador de la plataforma de criptomonedas FTX, Sam Bankman-Fried, se declaró este martes en un tribunal de Nueva York no culpable de los múltiples delitos que le atribuyen las autoridades de Estados Unidos. Su empresa quebró tras llegar a estar valorada en 32.000 millones de dólares, según medios locales.

El joven empresario (conocido por sus iniciales, SBF) se presentó en persona ante el juez. Su llegada se produjo en medio de una gran presencia mediática, para responder por los ocho cargos que le imputa la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, entre ellos los de fraude electrónico, lavado de dinero y violación de las leyes de financiación de campañas políticas.

SBF fue extraditado a Nueva York el mes pasado desde Bahamas, sede de la empresa y donde él residía. Desde el 22 de diciembre ha permanecido en casa de sus padres en Palo Alto (California, EE.UU.) durante su libertad condicional tras acordar una de las fianzas más altas de la historia de Estados Unidos, de 250 millones de dólares.