Las fiestas navideñas, un reclamo a la felicidad y a la armonía, sacan también a la luz las rencillas familiares, las desavenencias y los afectos. Los royal son un buen espejo.
La muerte de Isabel II puso de manifiesto que una cosa es la familia, esa que te guste o no es para toda la vida, y otra la Familia Real, cuyos miembros deben acatar las normas, cumplir sus obligaciones con la Corona y heredar sus privilegios.
La imagen del príncipe Andrés, hijo de la reina, y la del príncipe Enrique, nieto de la soberana, ataviados en los funerales con sus sobrios trajes de luto, entre la brillantez de los uniformes militares de sus hermanos, escenificaban su forzado abandono de la Casa Real.
Tal y como estaban las relaciones en su último cumpleaños, la reina pasó de foto familiar y prefirió posar con sus caballos, dos preciosos ponis blancos.
Las tarjetas de felicitación navideñas, más allá de manifestar los obligados buenos deseos, son también la oportunidad de enviar un claro mensaje. El nuevo rey Carlos y su esposa Camila han elegido una foto con guiños a Escocia. Los nuevos príncipes de Gales, en la suya, posan con sus hijos en informal imagen veraniega. De los Sussex, enfrascados en sus rentables promociones, aún no nos ha llegado nada.
Aquí los Reyes Felipe y Letizia han optado este año por ceder el protagonismo a sus hijas. La princesa de Asturias y la infanta Sofía son las encargadas de felicitarnos la Navidad en una imagen alejada de poses protocolarias.
Don Juan Carlos y doña Sofía, por su parte, han pensado que no es momento de fotos y que mejor la clásica imagen de un belén para desearnos unas felices Pascuas.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios