Entrevista

Samantha Hudson: "En la televisión hay que ser muy lista y por eso me hago tanto la tonta, porque es mi caballo de Troya"

Samantha Hudson.
Samantha Hudson.
SALVA MUSTÉ
Samantha Hudson.
Samantha Hudson.

Samantha Hudson aún tiene colgado el cartel de Liquidación total, que mostró con su primer disco -que tiene este mismo nombre- y que extendió a su primera gira durante 2021 y 2022.  Pero ahora le ha dado una vuelta a su espectáculo y presenta Liquidación total por cierre, su nuevo tour en el que repasa todo su repertorio con un toque más tecno y oscuro. 

Además, tras seis carteles de entradas agotadas colgados en la pasada temporada, este nuevo show sigue por el mismo camino, pues ha tenido que ampliar fechas después de un sold out: 16 de diciembre en la sala Ochoymedio de Madrid, y también el 17 de diciembre, que ya tiene aforo completo; 6 de enero en la sala Totem de Pamplona; 28 de enero en la sala Repvblicca de Valencia; y el 1 de abril en el ZEID FEST de Barakaldo.

¿Cómo se siente actualmente a nivel profesional con todos los logros que está consiguiendo?Me siento encarnando todo lo que siempre he querido ser. Me crie viendo Una conejita en el campus, Una rubia muy legal y toda la saga de Scary Movie, y me alegra confirmar que me he convertido en esa rubia empedernida y un poco tonta, pero también un poco lista. Y, sobre todo, me he convertido en una estrella del pop, porque llevábamos un año girando con Liquidación total y, desde el Festival Sónar este verano, llevamos también girando con Liquidación total por cierre, que es una reversión de este primer show en clave de electrónica, mucho más ravero, mucho más bakala. Hicimos seis aforos completos en Madrid el año pasado, así que nos ha ido bastante bien.

Samantha Hudson.

SAMANTHA HUDSON

  • Magaluf, Mallorca; 11 de septiembre de 1999 (23 años)
Activista, cantante, actriz ('Veneno', 'Rainbow', 'Una Navidad con Samantha Hudson'), concursante ('MasterChef Celebrity'), presentadora ('¿Sigues ahí?', 'Crímenes online'), jurado en distintos concursos ('Sálvame Fashion Week', 'Mediafest'), comentarista, conferenciante, personalidad de internet, amante de las verduras en 'laSexta noticias'... Muchos son los ámbitos en los que se ha movido Samantha Hudson, que saltó a la fama en 2015, con apenas 16 años, cuando se viralizó uno de sus trabajos para el instituto, 'Maricón', un videoclip en el que cantaba sobre ser cristiano y gay y que generó mucha polémica.

¿Cómo describiría este nuevo espectáculo?Este show, que cuenta con bastantes bailarines, con unas luces muy profesionales, lo describiría como el parking del Fabrik pero sin homofobia. Y es algo que la gente no se puede perder, porque son 45 minutos seguidos de baile bakala y una rave superfuturista. Es todo tecno, el anterior era quizás neo-cabaret, una especie de show de varietés, repasando todo mi repertorio, lógicamente, pero este quizás es un poco más oscuro.

¿Cómo ha sido hasta ahora la recepción de Liquidación total por cierre?La verdad es que la gente es un poco inconformista, porque cuando estaba haciendo Eutanasia Deluxe, que fue mi primer show, decían que querían que hablara más. Luego en Liquidación total introduje diálogos y la gente echaba de menos la música. Y ahora es una especie de mix de todo. En general, la gente está bastante sorprendida y creo que voy bien encaminada a que se me tome en serio como cantante y como artista, y no como performer. Que una performer es una cosa que nadie entiende muy bien, así que nadie te contradice. Pero decir 'soy artista y me tiro 45 minutos cantando y bailando una coreografía estudiada y con una escaleta perfectamente medida' es algo que cuesta más asumir y pienso que, en este espectáculo, la gente se da cuenta y le gusta, por supuesto.

Su disco es Liquidación total y ahora se suma por cierre. ¿Es simplemente un añadido o quiere decir que va a tomarse un descanso después de la gira?En principio era un juego de palabras para anunciar el fin de gira. Pero bueno, vivo atemorizada porque en breve estaremos en mayo, y no sabes lo duros que son los Orgullos, porque desde mayo ya empiezan. Entonces me da a mí que, para cuando quiera acabar la gira, se va a empalmar con todos los eventos de ayuntamientos y fiestas del colectivo LGTBI. Aunque es algo que me apetece mucho. De momento, para Samantha Hudson no va a haber un descanso.

En su disco le dedica una canción a Chicote y otra a Arturo Valls, ¿por qué a ellos? ¿De dónde viene ese amor?Supongo que les escribí las canciones de amor a ellos porque escribírselas a mi familia suponía una emoción tan grande que no estaba dispuesta a asumir. Me gusta imaginarme en escenarios grotescos, y qué hay más grotesco que Samantha Hudson dedicándole una balada sensiblera a un famoso presentador de televisión. Pues ahí lo tienes. Siempre me preguntan por qué, pero no hay que preguntar el porqué, el absurdo se procesa como absurdo y ridículo. Mientras la razón te pregunta '¿por qué?', el absurdo te pregunta '¿y por qué no?'. Así que mi respuesta es: ¿por qué no iba a dedicar una canción a Arturo Valls? Es mi relación sentimental más próxima.

Tiene otro tema, Por España, que publicó en el Día de la Hispanidad del año pasado. ¿Se preparó de antemano para los ataques que podría recibir en el lanzamiento?Sí, hombre, no soy una necia. La fecha no era casual, lógicamente. Supongo que, igual que Mariah Carey ha robado la Navidad con su single, que cada año vuelve a convertirse en el estandarte del cumpleaños de Jesucristo, pues Samantha Hudson ha robado el Día de la Hispanidad. Y, por supuesto, ha hecho un himno no solo más célebre, sino mucho más divertido y más bailongo. Porque el de Marta Sánchez, la verdad, no había por dónde cogerlo.

En redes se ha podido ver cómo reacciona a los ataques tránsfobos que recibe. ¿Cómo lleva todas estas críticas?Tiro del refranero popular español y 'a palabras necias, oídos sordos'. Y también me gusta mucho uno que dice 'no está hecha la miel para la boca del asno'. Al final, la que entiende, entiende, y a veces estás señalando a la luna y las tontas te miran el dedo. Así que, si crees que un show de Samantha Hudson no es algo que le entusiasmaría a Jesucristo, a la Virgen y a todos los santos, o que mi abuela, que es católica, no disfrutaría de verme revolcándome en bragas en un escenario, es que quizás no estás entendiendo nada de hacia dónde va encaminada la humanidad o por lo menos la sociedad de este país.

¿Cómo ha conseguido sobrellevar de este modo las críticas?A base de golpes, creo yo. En general, cualquier colectivo minoritario o persona mínimamente vulnerable te puede contar lo mismo acerca de su experiencia vital. Algunas lo pasan peor, pero las más aguerridas, por suerte, conseguimos superar todas estas adversidades. A fin de cuentas, cuando desde que naces, y mucho antes de conocerte a ti misma, te expones a tantos comentarios vejatorios y situaciones peyorativas y denigrantes para con tu persona, aprendes a tolerar el dolor. A veces incluso a jugarlo en tu favor. Así que, si la gente esperaba de mí que me quedara achantada, que esperen, sentados a ser posible.

¿Se considera un referente?No considero que sea un referente, la gente es mi referencia. No soy una pionera, ni una adalid, ni soy una mesías. Simplemente encarno el espíritu de mi generación y le presto mucha atención a las opiniones que surgen en las redes sociales, que es el ágora de la generación Z, y le presto mucha atención también a mis amigas y a todo mi entorno. Por casualidades de la vida, se me conceden espacios y mi opinión, mi voz y mi visión de la realidad que nos envuelve está bien considerada. Por eso me gusta esforzarme en contemplar la perspectiva más crítica y tener en cuenta todas las situaciones de mis compañeras. Por eso creo que, más que un referente, soy una especie de representante de las opiniones populares y de todo lo que creen las personas de mi edad.

En su entrevista en el pódcast en Animales humanos dijo que, por ser LGTBI, siempre le preguntan por asuntos del colectivo. ¿Se siente afortunada de poder hablar de otros temas en ambientes públicos?Bueno, en esos lugares me invitan para hablar de unas cosas, otro tema es que yo decida encauzarlo o hilar un argumento con otro para salirme con la mía, porque en la televisión hay que ser muy lista. Y por eso me hago tanto la tonta, porque es una especie de caballo de Troya. Pero la mayoría de conversaciones que tengo para los medios siempre acaban derivando en la misma temática, que es la identidad. Además, siempre se nos reprocha al colectivo LGTBI que hagamos alarde de esa política identitaria, cuando no es nuestra culpa no poder escapar de ese autorreferencialismo absurdo al que nos someten. A mí me encantaría dar mi opinión acerca de si la tortilla está mejor con o sin cebolla, o que me llamaran para hablar de otros temas distendidos. Poco a poco lo voy consiguiendo, a golpe de martillo, porque me esfuerzo en dejar constancia de que Samantha Hudson es una chica del Renacimiento, y que puede hablarte de cuestiones sociales, pero también puedo hablarte de música, de cultura, de sexualidad...

¿Es como una especie de presión a las personas del colectivo, que deben tener una opinión contrastada y fundamentada sobre estos temas?Hay mucha presión y hay una manía muy mala de obligar a la gente a tener don para la oratoria. Las personas tienen su profesión y no tienen por qué tener presencia o relevancia en los medios sociales. Otra cosa es que tú seas una ingenua y decidas sobreexponerte sin tener las cosas demasiado claras, ahí vienen los problemas. Si no sabes torear, para qué te metes, Manolete. Porque una persona sea una mujer parece que ya tiene que saber de feminismo, o porque sea racializada ya tiene que saber sobre racismo. Hombre, algo formadas estarán porque una es consciente de su realidad, pero tampoco se nos tiene que exigir ser unas teóricas cuando el mundo está repleto de cafres, de hombres cisgénero, heterosexuales, blancos, completamente mediocres, sin nada que ofrecer al mundo, gandules haraganes y totalmente insustanciales, que ocupan puestos de poder y nadie los cuestiona ni se les somete a esta hipervigilancia.

Entonces, para intentar no caer en estos tópicos: ¿qué prefiere, la tortilla con o sin cebolla?Sabía que lo ibas a hacer (ríe). Pues con cebolla siempre, la verdad. La cebolla y el ajo es lo más valioso que tenemos en la dieta mediterránea. Antibióticos naturales. Y a mí me gusta un punto medio tirando a hecha. Que esté babosita, como si se acabara de derretir un pollo recién nacido, me asquea, lo detesto. Si quisiera comerme una tortilla poco hecha me tomaría un vaso con claras de huevo. Pero luego disfruto todo mucho, soy muy conformista y me parece todo fenomenal. No hay que ser binaria. Tortilla con y sin cebolla.

Samantha Hudson.
Samantha Hudson.
SALVA MUSTÉ

Como dijo antes, ya no utiliza la etiqueta de performer, que era la que usaba anteriormente. ¿Ahora cómo se define?Soy asquerosa, la verdad. Cantante, modelo y actriz. Mocatriz es una canción que me representa muchísimo. Como decía La Oreja de Van Gogh: 'Cantas, actúas y pintas, escribes poemas, todo lo haces bien'. Samantha Hudson. Soy una rubia muy legal, eso es lo que soy.

O Hannah Montana, lo mejor de todos los mundos.Hannah Montana también. Es gracioso porque una nunca piensa que su profesión de mayor vaya a ser teñirse el pelo de rubio, ir a alfombras rojas, salir en revistas, dar conciertos haciendo tu música, que la gente te escuche, participar en la televisión... Entonces vivo disociada. Pero, por favor, no digas que soy artista multidisciplinar (ríe) Si acaso trans-versal, con guion.

Ha ganado una gran notoriedad en los últimos años, algo que comenzó con su videoclip viral, Maricón, en 2015. ¿Qué queda de aquella Samantha del instituto?No sé, qué queda de una semilla cuando se transforma en árbol. Siempre hay muchas preguntas en este sentido: ¿qué hay de Iván en Samantha?, ¿qué queda de esa niña cuando creció? Pues queda todo, porque sin ese germen pequeño no sería la persona que soy hoy. Si no hubiera desarrollado y afianzado mi carácter en torno a aquella polémica que ocurrió a tan temprana edad, seguramente no estaría en la posición en la que me encuentro ahora mismo. De esa pequeña Samantha ha surgido este esperpento, monstruoso, catastrofista y armagedónico.

¿Vamos a poder verla en más cosas de televisión?No. Pero ahora que Atresplayer Premium está estrenando bastantes productos culturales muy interesantes, recomiendo a la gente que vea otra vez el especial navideño de Samantha Hudson. Y también que le den un repaso a Crímenes online, que es una suerte de Equipo de investigación en clave travesti con unos casos muy rocambolescos sucedidos en internet. Y que estén muy atentas y vengan a verme a los conciertos, porque eso sí que es una demostración de mis dotes actorales y no actorales. Y también está el próximo documental de Amazon y Mediaset sobre los influencers.

¿Le gustaría apuntarse al Benidorm Fest?Me gustaría participar. Si consideran que doy la talla para concursar, yo encantada. Y de invitada, pues también fantástico. Me parece un evento divertido y, por lo menos el año pasado, movió mucho la industria musical.

Entonces, ¿se vería yendo a Eurovisión?Sí. Ya he dicho que soy una mujer del Renacimiento. Además, una travesti es una mujer todoterreno.

¿Qué más le queda por hacer? ¿Quizá un libro?Por ejemplo, escribir un libro todavía no lo he hecho. Tampoco he practicado una operación a corazón abierto, no he conducido un coche de Fórmula 1. Podría ser la primera persona no binaria en pisar la luna. Estaría bien, ¿no? Diría que estoy a tres personas de Elon Musk, así que de repente le puedo mandar un mensaje directo. Quién sabe, las posibilidades son infinitas para una chica tan ambiciosa como Samantha Hudson.

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