Mantener la cocina limpia es fundamental para poder almacenar, manejar y consumir los alimentos en perfecto estado,  por lo que hacer una limpieza profunda de todas superficies es importante, incluyendo el fregadero, donde van a parar todos los utensilios de cocina. 

Los fregaderos, que suelen ser de acero inoxidable, acumulan restos de comida y suciedad debido a su uso, por lo que es recomendable lavarlos, desinfectarlos y no dejar acumular la vajilla durante mucho tiempo en ellos. Además, hay algunos trucos para poder sacarles brillo y que queden como nuevos. 

Truco para limpiar y hacer brillar el acero inoxidable

En primer lugar, tanto los utensilios de cocina como el fregadero y otras superficies de acero inoxidable se deben lavar diariamente o después de su uso con agua caliente, una bayeta y jabón. Con ello, se consigue mantener limpio a lo largo del tiempo. 

A pesar de ello, es inevitable que el acero vaya perdiendo su brillo original por el uso, por lo que se puede hacer una limpieza más profunda cada cierto tiempo para que vuelva a brillar como al principio. 

Hay que saber que no conviene hacer estas limpiezas con un estropajo o con esponjas que sean más agresivas, ya que se puede rayar la superficie de acero inoxidable. 

Teniendo todo esto en cuenta, ya solo hace falta anotar el truco final para que el acero inoxidable vuelva a brillar al completo: se trata de utilizar aceite de oliva tras la limpieza. 

Así, solamente es necesario añadir un poco de aceite de oliva sobre un paño, trapo, bayeta o papel de cocina, para extenderlo sobre la superficie del fregadero y frotar suavemente. Se puede dejar actuar unos minutos antes de limpiarlo completamente y quitar los restos.