La portavocía de Cs en el Congreso, el foco de tensión en la pugna Arrimadas-Bal

La líder de Cs, Inés Arrimadas, y el portavoz adjunto de Ciudadanos en el Congreso, Edmundo Bal, en una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados, a 25 de mayo de 2022, en Madrid (España). Durante el pleno, el Ejecutivo central debe responder a las preguntas de la oposición sobre los “privilegios” de la Familia Real; la sentencia del 25% del castellano en las escuelas catalanas; y sobre si Interior ha utilizado algún sistema de espionaje para “espiar a opositores”. 25 MAYO 2022;PLENO;CONGRESO;ESPIONAJE;DIPUTADOS Alberto Ortega / Europa Press 25/5/2022
La líder de Cs, Inés Arrimadas, y el portavoz adjunto de Ciudadanos en el Congreso, Edmundo Bal.
Europa Press
La líder de Cs, Inés Arrimadas, y el portavoz adjunto de Ciudadanos en el Congreso, Edmundo Bal, en una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados, a 25 de mayo de 2022, en Madrid (España). Durante el pleno, el Ejecutivo central debe responder a las preguntas de la oposición sobre los “privilegios” de la Familia Real; la sentencia del 25% del castellano en las escuelas catalanas; y sobre si Interior ha utilizado algún sistema de espionaje para “espiar a opositores”. 25 MAYO 2022;PLENO;CONGRESO;ESPIONAJE;DIPUTADOS Alberto Ortega / Europa Press 25/5/2022

La guerra civil que declaró el portavoz adjunto de Ciudadanos en el Congreso y número dos del partido, Edmundo Bal, a la actual portavoz en la Cámara Baja y número uno del partido, Inés Arrimadas, no se resolverá únicamente con las primarias que celebra Ciudadanos en enero. Porque de la Asamblea, que se celebra los días 13, 14 y 15 de enero, solo saldrán el nuevo portavoz político del grupo, así como el secretario general del partido y otros dirigentes que controlarán el partido a nivel interno. 

Es decir, la elección de la bicefalia que dirigirá a los naranjas a partir del próximo año es independiente a la elección de la imagen y la voz pública del partido, que presta Inés Arrimadas desde 2019. De ahí, que al entorno de Edmundo Bal no le baste con que finalmente sea Inés Arrimadas la que ostente, o no, uno de los altos puestos. Lo que realmente quiere es que deje de ser la portavoz del Congreso para que haya un cambio real. "Que se aparte de la portavocía y se vaya a otro puesto, como portavoz adjunta", sostiene el entorno del también abogado del Estado.

Para ello, el núcleo fuerte del diputado señala a Bal como "solución transitoria", dado que consideran que las otras caras reconocibles del partido, como Begoña Villacís o María Muñoz, bien están "quemadas" o bien "no tienen el carácter o las ganas" necesarias. Como tampoco quiere serlo - dicen- Adrián Vázquez, quien "prefiere el puesto de secretario general" para compaginarlo con el que ejerce ahora como eurodiputado. En todo caso, el entorno de Bal promete un listado de nombres que irá desvelando "poco a poco" porque "no sería difícil" encontrar alternativas a la actual portavoz.

Así, el foco de tensión "no es la ley del sí es sí -dicen fuentes cercanas a Bal- sino el modelo del partido", y más concretamente, de quién sea el portavoz del Congreso. Es más, aseguran que "hasta 40 candidatos de Ciudadanos a los ayuntamientos de la Comunidad de Madrid no quieren dar un paso al frente si la líder es Arrimadas", señalan, sin dar los nombres.

"Es mentira", contraataca el bando de Arrimadas, que apunta a que esto es un "golpe" de Bal "para ser el portavoz del Congreso". Fuentes de la dirección nacional sostienen que "nadie en el partido fuera de la epidermis de Edmundo quiere que Inés deje de ser la portavoz", ya que "nadie hace las intervenciones mejor que ella". Quienes apoyan a Arrimadas defienden que "la salvación del partido no pasa por quitarla de la portavocía". De hecho, "sería una palada más sobre la tumba" del partido 'naranja'.

El entorno de Arrimadas también lamenta que Bal "no vea las cesiones" que está haciendo parte del equipo. Como, por ejemplo, que Arrimadas haya convocado las primarias cuando podría presidir el partido dos años más o que renuncie a ostentar los altos cargos, siempre que "su amigo" Bal retire su candidatura. Este, en cambio, continúa enroscado en el impulso que le llevó a alzar la voz contra su compañera a quien acusa de aparentar echarse a un lado, pero queriendo seguir dirigiendo el partido a través de sus máximos colaboradores, a los que lanzará en la lista elaborada por ella misma.

A lo que el entorno de la líder responde: "Edmundo se cree que todos son títeres menos él". Este es el ambiente que se respira en las filas naranjas, a un mes de las primarias y a cinco de las elecciones de mayo, a las que la vicealcaldesa de la capital, Begoña Villacís, ya ha dicho que no se presentará si Bal dirige el partido.

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