La Policía de la Moral, culpable de la muerte de la joven Mahsa Amini, que provocó la ola de protestas que se vive en Irán de hace casi tres meses, ha desaparecido de las calles. El fiscal general de Irán, Mohamad Yavad Montazeri, apuntaba este sábado a la disolución de este cuerpo, encargado de controlar, entre otras cosas, el correcto uso del velo. Rápidamente la noticia se propagó por todo el mundo, en la que era la primera victoria de los manifestantes frente al Gobierno iraní. No obstante, la realidad podría ser muy distinta, puesto que el anuncio no solo no ha sido confirmado por ningún otro organismo de Irán, sino que los medios oficialistas han matizado que los comentarios se habrían sacado de contexto.

A la pregunta de "por qué la Patrulla ya no estaba presente" ya en las calles, Montazeri respondió que "la Policía de la Moral había sido suspendida por la misma gente que la creó", en un mensaje destinado aparentemente a calmar los ánimos de los manifestantes; que no han cesado en las movilizaciones por todo el país y que han dejado más de 400 muertos, según diversas ONG.

Cabe recalcar que este cuerpo policial es supervisada por la policía iraní bajo las orientaciones del Consejo Supremo de la Revolución Cultural, no por la Fiscalía. El domingo el fiscal general se limitó a recordar que, pese a esa "suspensión", desde el poder judicial se seguirá "vigilando el comportamiento público" y recalcó que el uso del hiyab "es una de las principales preocupaciones de la justicia". 

En un mensaje contradictorio, Montazeri sugirió también que el Gobierno podría relajar las políticas de vestimenta y que se estaba revisando la ley que obliga a las mujeres a cubrirse el cuerpo y el cabello. Según el funcionario, la decisión de lo que se debata se sabrá en dos semanas. Esto tampoco ha sido confirmado por ningún otro ministerio ni miembro del Gobierno iraní. 

Sobre este mensaje y la repercusión en la prensa internacional, la cadena de televisión estatal Al Alam reprochó a los medios de comunicación occidentales que hayan interpretado las declaraciones de Montazeri como "una retirada de la República Islámica de su postura sobre el hiyab y la moral religiosa como consecuencia de los disturbios". "Ningún cargo de la República Islámica de Irán ha dicho que la Patrulla Irshad -la policía de la moral- haya sido anulada", dijo la emisora.

Así mismo, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Hossein Amir Abdollahian, no quiso responder sobre polémica y en una conferencia de prensa en Serbia, donde se encuentra de visita oficial. "Varios países occidentales buscaban crear el caos en Irán, y uno de los objetivos de Estados Unidos era empujar a Irán a hacer grandes concesiones en la mesa de negociaciones", ha dicho el ministro. En este sentido, Amirabdolahian ha agregado que las autoridades de su país responden "a las demandas pacíficas", pero que no permiten "que nadie perturbe y aterrorice" a sus ciudadanos.

Se mantiene la presión en las calles

Ante el ambiguo anuncio del fiscal general, la presión en las calles se mantienen, conscientes de que que sea cierto, la reforma que piden al Gobierno iraní es mucho más profunda. Activistas iraníes han hecho un llamamiento a una huelga y una nueva oleada de manifestaciones a partir de este lunes.

Varios activistas han publicado a través de Twitter la convocatoria de las protestas, que incluye evitar las compras durante tres días y tendrá su epicentro en una manifestación el miércoles en la plaza Azadi de Teherán.

La disolución de la policía de la moral y, además, un proceso de reforma y democratización de las autoridades iraníes han sido algunas de las principales peticiones de los manifestantes, que denuncian la represión que sufre la población, sumida además en una grave crisis económica.