'La montaña grande' ruge tras cuarenta años inactiva: así es el Mauna Loa, el volcán más grande, que deja pequeño al Everest

Así es el Mauna Loa: el volcán hawaina que ha entrado en erupción
Así es el Mauna Loa: el volcán hawaina que ha entrado en erupción
Henar de Pedro
Así es el Mauna Loa: el volcán hawaina que ha entrado en erupción

El Mauna Loa, el volcán más grande del mundo y uno de los cinco localizado en Hawái, ha entrado en erupción este lunes. Se trata de un 'monstruo' dormido que emergió del fondo del océano hace unos 400.000 años y tiene una altura superior a los 10.000 metros, sumando sus partes emergidas y bajo el nivel del mar, por encima de la montaña más alta del mundo, el Everest.

Tras permanecer casi cuarenta años inactivo, desde abril de 1984, vuelve a poner en alerta a toda la isla. Por el momento, los flujos de lava están contenidos dentro del área de la cumbre y no amenazan a las comunidades ubicadas en la ladera.

Vicente Soler Javaloyes y Pablo José González Méndez, expertos vulcanólogos e investigadores científicos del CSIC, explican a 20minutos las principales características de este volcán y sus posibles consecuencias.

Coladas salen del cráter del Mauna Loa, tras entrar en erupción. (ATLAS)

El más grande en área y volumen

El Mauna Loa es uno de los volcanes más grandes de la Tierra. Cubre una superficie de unos 5.271 kilómetros cuadrados y su ancho es de aproximadamente 120 kilómetros. En cuanto a su volumen, ocupa unos 80.000 kilómetros cúbicos. De ahí su nombre, que traducido del idioma hawaiano significa "montaña larga". 

El Mauna Loa está en primera posición en cuanto a área y volumen, pero su vecino, el Mauna Kea, lo sobrepasa en altura: el primero mide unos 4.169 metros sobre el nivel del mar, mientras que el segundo alcanza los 4.207 metros.

A esos casi 4.170 metros de altura hay que sumarle otros 6.000 metros que se encuentran por debajo del nivel del mar. "Estos estratovolcanes son incluso más grandes que el Everest", explica Soler. El Everest alcanza los 8.849 metros de altura sobre el nivel del mar. El Mauna Loa supera los 10.000 metros reales de altura. "Es una montaña enorme. Muy aplanada, pero gigantesca", asegura el experto.  

Emergió del fondo del océano hace unos 400.000 años

Las islas hawaianas emergieron del mar hace unos 30.000 millones de años, forjadas por la potencia de los volcanes. "Hawái se encuentra en el punto más caliente del planeta actualmente", reconoce el científico. El Kohala, el Mauna Kea, el Mauna Loa, el Hualalai y el Kilauea son los cinco volcanes que forman la Gran Isla de Hawái.

El Mauna Loa es el segundo más joven. Emergió del fondo del océano hace unos 400.000 años atrás, mientras que el Mauna Kea tiene una antigüedad de aproximadamente un millón de años. El ritmo de crecimiento de Mauna Loa ha disminuido considerablemente desde hace unos 100.000 años.

Se sabe que un 98% de la superficie del volcán está formado por lava emitida en las erupciones de los últimos 10.000 años. Esto también evidencia que es uno de los más jóvenes.

Una estructura peculiar

El Mauna Loa, al igual que sus vecinos de la isla, es un volcán en escudo. Esto significa que es una montaña inclinada: tiene la forma de una larga cúpula que se extiende hasta el fondo del océano. "Es difícil apreciar el volcán de los extendido que está", asegura Soler.

Sus laderas cuentan con una pendiente máxima de 12 grados en su punto más empinado. Esta estructura es resultado del gran número de ríos de lava fluidos que emanaron de antiguas erupciones. "Toda la isla de Hawái se caracteriza por emisiones de lava bastante fluida a temperatura elevada", comenta el vulcanólogo. Alcanza unos 1.300 grados aproximadamente.

Cuatro cráteres y una caldera de más de 180 metros

En la cumbre del Mauna Loa se encuentra una caldera llamada Mokuʻāweoweo, formada por cráteres de pozo superpuestos y dispuestos de noroeste a suroeste. Esta caldera recibe su nombre del pez ʻāweoweo hawaiano (Priacanthus meeki) por la semejanza de sus incendios eruptivos con la coloración del pescado.

El Mauna Loa posee cuatro cráteres de subsidencia -se refiere a que están formados por el hundimiento o colapso de la superficie situada encima de una cámara de vacío-. Los nombres que reciben son: Lua Hohonu, Lua Hou, Lua Poholo, y South Pit. Los dos primeros se encuentran al suroeste de la caldera. "En realidad, son depresiones", destaca Soler. Estas forman un reborde que va confinando la lava. "En el interior de las depresiones es donde están los múltiples cráteres", añade.

Uno de los más activos

A pesar de llevar tantos años sin ningún tipo de movimiento, el Mauna Loa se considera uno de los volcanes más activos del planeta. "Hasta 1950, hacía erupciones cada cinco años. Con posterioridad a esa década, el volcán ha tenido menos actividad", explica Soler.

No hay constancia sobre las erupciones ocurridas hace millones de años, pero numerosos estudios científicos hablan de un historial bastante largo. Se cree que la primera erupción tuvo lugar hace un millón de años. Desde entonces, las posteriores erupciones ocasionaron que ampliara su superficie, volumen y altura.

El Programa de Vulcanismo Global del Instituto Smithsonian ha contabilizado, al menos, 109 erupciones confirmadas. La primera de la que se tiene registro data del año 1843 y, desde entonces, se han producido expulsiones de material del interior unas 35 veces más. A pesar de su gran actividad, los expertos no consideran que tenga demasiada intensidad en sus erupciones.

Casi 40 años de inactividad

El volcán llevaba inactivo desde 1984. "Este es el periodo más largo que ha tenido el volcán sin erupciones", comenta el vulcanólogo. En esta última erupción, no causó víctimas mortales, pero sí llegó a destruir varias aldeas.

Esta inactividad puede deberse a la interacción con el sistema magmático del volcán Kilaeua, que sí ha estado muy activo desde 1981. "Una posible alternancia entre periodos con mayor efusión (erupciones) e intrusión (almacenamiento de magma bajo el volcán)", explica Pablo José González.

Hace dos meses comenzó a notarse un incremento de la sismicidad y la deformación del terreno. Por el momento, la erupción está confinada. "Parece que la mitad de las erupciones de este volcán acabaron migrando al exterior", advierte Vicente Soler. Habrá que esperar para saber cómo evoluciona.

Las posibles consecuencias de la erupción

Aunque, de momento, los expertos no creen que ocurra ninguna erupción destructiva, apuntan a unas posibles afecciones. Lo principal es que se produzca un empeoramiento de la calidad del aire. Esto se debe a las cenizas, partículas y gases que viajen lejos del punto de erupción.

Otra de las consecuencias son los daños a las infraestructuras. "De hecho, ya parte de las coladas de lava han cortado el acceso al famoso Observatorio Atmosférico de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica en el Mauna Loa, donde se ha constatado desde los años 70 el incremento de la concentración de CO2 atmosférico", asegura González.

Además, hay una cierta preocupación debido a la ubicación de las bocas eruptivas, ya que "es la parte del Mauna Loa históricamente más activa", asegura el vulcanólogo. En el caso de que la erupción dure semanas o meses, esas lavas podrían llegar a lugares habitados del volcán, según los mapas de peligrosidad establecidos por el Servicio Geológico Americano (USGS).

"El seguimiento y mapeado de las bocas y las coladas activas será esencial para determinar si ese peligro se convierte en un riesgo para la población y sus propiedades", aclara González.

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