En un país de 1.412 millones de habitantes cualquier protesta medianamente numerosa puede hacer un ruido ensordecedor. Y eso es lo que está pasando ahora mismo: China acoge unas manifestaciones sin precedentes que ponen además delante de Xi Jinping el reto más importante de su mandato. Hay un motivo principal: la oposición a la política de Cero Covid, que niega la posibilidad de 'convivir' con el virus. Pero en el trasfondo se resguardan más razones. Los jóvenes, apadrinados por las redes sociales, llevan no la voz cantante, sino un silencio que dice mucho... porque levantan folios en blanco para expresar su descontento.
¿Qué está pasando?
Desde Shanghai hasta Pekín, miles de personas han decidido salir a la calle para mostrar firmemente su clara oposición a las medidas tomadas por el Gobierno, duramente criticado por someter a la población a la conocida política para erradicar el virus. Los problemas acarreados por el establecimiento de estas normativas, que han llevado a la inacción de las autoridades ante situaciones de emergencia, han hecho estallar una situación ya de por sí sumamente tensa en un país donde las protestas a gran escala son inusuales.
La población exige ahora más libertades y ha llegado incluso a solicitar a Xi que abandone el poder tras casi tres años de test en masa, duros confinamientos y cuarentenas obligatorias que implican un coste económico y humanitario. El inicio de todo fue precisamente un incendio en una zona confinada que dejó 10 muertos. La población se ha hartado: mientras el resto del mundo ya ha dejado prácticamente la pandemia atrás, en China, el país que ha aplicado políticas más estrictas, esa gestión se ha quedado anticuada.
¿Cómo se ha llegado hasta aquí?
Aunque la fecha nunca ha quedado del todo clara, China identifica el diagnóstico del primer caso de Covid en noviembre de 2019, aunque los confinamientos no llegaron hasta principios del 2020. Desde entonces los ciudadanos han tenido que seguir estrictas restricciones y confinamientos, vacunación obligatoria y control muy duro de los rebrotes que se han ido dando. Los expertos apuntan además a una falta de información sobre la vacuna china, menos efectiva de lo que dice el Gobierno, y además una ausencia de transparencia sobre la cifra de contagios. El cansancio en la población es total porque la primera sensación era que China iba ganando a Occidente en la lucha contra el virus y eso ahora ha cambiado.
¿Por qué los folios en blanco?
Los manifestantes, además, portan folios en blanco en las protestas y esa foto sirve para mostrar cómo hay más razones para salir a la calle que la lucha contra el virus. El folio en blanco representa silencio, censura, una pelea de los más jóvenes, viajados y que conocen mundo, contra el régimen de Xi. Los expertos van en esa línea: a las nuevas generaciones se les prometió un desarrollo económico potente a cambio de que no se quejaran demasiado. Tres años después del inicio de la pandemia esa promesa sigue sin cumplirse mientras Xi se refuerza en el poder.
¿Qué implica la política de Covid Cero?
La explicación de la política de Covid Cero que aplica China desde el principio de la pandemia es sencilla: el virus se combate, no se acepta como parte de la vida cotidiana. Nació ya con el brote inicial en la ciudad de Wuhan y consiste en aislar totalmente a los ciudadanos que dan positivo en coronavirus, que incluso en función de la gravedad son enviados a hospitales. Pero además ese aislamiento se extiende también a los contactos directos y llegan a confinarse ciudades enteras si los brotes son suficientemente graves según los criterios de las autoridades.
El país, con todo, parece haber vuelto a la casilla de salida. Las cifras de nuevos contagios en China -facilitadas por el Gobierno de Xi- batieron su récord por quinto día consecutivo con 40.347 casos detectados en la víspera, de los que 36.525 (un 90,5%) son asintomáticos. Además, en todo el país hay alrededor de dos millones de personas se encuentran bajo cuarentena centralizada u observación médica por estar infectadas o por ser contactos cercanos de contagiados, sin incluir ciudadanos bajo confinamiento generalizado impuesto por autoridades locales.
¿Qué puede pasar a partir de ahora?
El Gobierno ha decidido actuar ante la dimensión de las protestas reforzando la seguridad en las principales ciudades y no se descarta que actúe limitando el acceso a las redes sociales, que son las que canalizan las convocatorias y llevan las imágenes de las marchas a otros lugares del mundo. Xi había prometido un plan para dejar atrás la política de Covid Cero una vez que fuera reelegido al frente del Partido Comunista; pero esa hoja de ruta no se ha puesto en marcha. Queda la duda de si las manifestaciones irán a más en las próximas semanas y supondrán una verdadera lucha contra el régimen chino.
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