¿Lo ha contado todo?No, en absoluto. En este libro he contado parte de mis vivencias que, como te podrás imaginar, son más amplias. He callado muchas anécdotas, he contado alguna mentirijilla y he protegido a muchos de los personajes de los que hablo. Ni siquiera he narrado las historias de sexo, drogas y rock and roll que surgieron durante todos estos años.

No me diga que ha intimado con alguno de los personajes de los que habla.¿Con alguno? He tenido sexo con quince de los cincuenta personajes de los que hablo en el libro. Eran otros tiempos, pasábamos muchas horas juntos y cuando la noche se convertía en madrugada todos nos sentíamos Superman.

¿Es posible ser amigo de los famosos?Siendo periodista te diría que es complicado porque hay muchos intereses de por medio, pero la verdad es que en mi caso las relaciones se confundían, ellos se confesaban conmigo y yo luego compartía con el mundo parte de esas confesiones. Alguna vez, lógicamente, se enfadaban, pero la amistad estaba por encima de todo.

Ahora muchos piden dinero por contar cualquier cosa.La prensa ha cambiado mucho y, obviamente, poner precio a las desgracias ha complicado las relaciones entre periodistas y famosos. Antes te ibas a una discoteca y te los encontrabas, se molestaban, te perdonaban, te tomabas unos tragos y seguías tan feliz. Ahora todo es más impersonal, menos real. Yo sufrí una gran decepción cuando Sara Montiel me propuso matrimonio porque necesitaba dinero.

Sin embargo, la llama 'la estrella de mi vida'.Lo fue, pero con el tiempo entendí que no había sido ni por asomo la mujer más importante de mi vida. La quise mucho y fue una de nuestras artistas más importantes, pero cuando me dijo que nos casáramos por dinero vi que realmente no me quería.

¿La mujer de su vida fue Esperanza Roy?Esperanza ha sido una mujer muy importante para mí, una de las mujeres de mi vida. Sin embargo, debo reconocerte que la mujer de la que verdaderamente estuve muy enamorado fue de Carmen Ordóñez. Y eso que tuvimos una relación muy complicada en algunos momentos. Me llamó dos días antes de morir y no sospeché que su final estaba tan cerca.

Escuchándole podría pensar que es usted un mitómano.Lo soy. Y seguramente habrá gente que lo interprete desde el lado más feo o peyorativo, pero hay que entender que yo trabajaba en una refinería petrolífera y, por una serie de circunstancias, acabé contando historias en Diario 16. Llegué a dirigir el dominical más importante del momento y mi vida era esa. Y he disfrutado y sufrido las vidas de los personajes más importantes de todos los tiempos, como el triste final de Rocío Jurado.

¿Murió infeliz?Su final no fue justo porque Ortega Cano no debería haber sido el último hombre de su vida.

En el libro cuenta que le 'acarició la cara' en tres ocasiones, ¿tanto carácter tenía?
Sí, tenía mucho genio y, a veces, la mano se le iba. Quiero dejar claro que no era una mujer violenta, pero tenía un carácter endemoniado. Por los suyos daba la vida. Por eso creo que si Rocío hubiera sabido todo lo que estaba sufriendo su hija con Antonio David Flores, le hubiera matado. Y lo digo literalmente. La pasión que tenía por su hija estaba por encima de todo, incluso del dinero. No como Isabel Pantoja.

¿Por qué lo dice?Creo que la ambición de Isabel Pantoja ha sido su ruina. Siendo una artista colosal (fue jefe de prensa de sus dos películas) vive recluida bajo el influjo de su hermano. Se mete en todos los charcos del mundo y sus errores no son por amor, sino por dinero. Es una pena porque es de los pocos personajes con trayectoria que siguen teniendo verdadero interés.

¿Tanto ha cambiado la prensa rosa?
No conozco a la mitad de los personajes que aparecen en las revistas, no te digo más.

¿Ya no hay personajes a los que admirar?
Quedan pocos, quizás salvaría a Ana Belén y Victor Manuel por el simple hecho de como se quieren. Está claro que se amarán menos de lo que dicen, pero observarles es delicioso. Además, son de los que no han cambiado para nada, siguen siendo los mismos de siempre. Y no me ocurre con todos.

¿Le han decepcionado mucho los famosos?No sabría qué decir, porque a nivel periodista creo que no, pero a nivel personal puede que algunos de los nombres propios a los que hago referencia. Ha cambiado todo mucho, el otro día por ejemplo me encontré con Pedro Almodovar y los años pasan para todos. A él le veo triste.

¿Ha logrado ser feliz en su vida personal?Date cuenta de que mi vida personal y mi vida profesional siempre han ido unidas. No he conocido a nadie que no tuviera que ver con esta profesión, por lo que incluso todos mis amores han tenido relación con el espectáculo. Por eso nunca he podido ser feliz en el amor, porque ser pareja de un personaje es lo más complicado del mundo. Ahora, por ejemplo, llevo cerca de diez años sin tener relaciones con nadie.

¿Tanto tiempo?Sí, porque mi último amor estaba en Cuba. Creo que mi vida hubiera sido diferente si ahora pudiera estar allí, pero económicamente no puede ser. No puedo vivir sin dinero y allí la vida se plantea de otra forma muy diferente.

¿Es usted feliz?Para nada. Cuando has estado en el cielo, la vida en la Tierra es muy amarga. He tenido momentos muy buenos, de mucha felicidad, pero los últimos veinte años de mi vida no han sido los mejores.