La incertidumbre económica se cierne en todo el planeta y la mayoría de sectores ya se están viendo afectados, como consecuencia del impacto socioeconómico de la guerra en Ucrania, la crisis energética y el repunte de la inflación a máximos históricos. Como consecuencia, los Bancos Centrales de todo el mundo han endurecido los tipos de interés y la política monetaria para combatir la inflación, lo que repercute directamente en los consumidores. 

Una situación que ha llegado al mercado inmobiliario. Como recoge el Financial Times, a finales del año pasado, los precios de la vivienda en los países de la OCDE crecían a un ritmo más rápido desde que se tienen registros, hace 50 años. Pero un año más tarde, la perspectiva de este mercado es completamente diferente. 

Cuál es la perspectiva del mercado

Las subidas de los tipos de interés ha impactado en la cuota de los clientes con préstamos hipotecarios, que son cada vez más inasequibles, mientras que los que quieren comprar una vivienda se enfrentan a precios que continúan aumentando.

"Esta es la perspectiva del mercado de la vivienda más preocupante desde 2007-2008, con los mercados en equilibrio entre la perspectiva de caídas modestas y caídas mucho más pronunciadas", subraya Adam Slater, economista principal de Oxford Economics, en declaraciones recogidas por Financial Times. 

Así, "el incremento de las tasas hipotecarias en las economías avanzadas amenaza con empujar a algunos mercados inmobiliarios a fuertes recesiones", añade el experto. El Fondo Monetario Internacional (FMI) destaca en su reporte de octubre de 2022 sobre los riesgos para la estabilidad financiera global, que el endurecimiento de las políticas monetarias y el aumento de los precios está provocando un mayor endeudamiento, que podrían conducir a una fuerte caída en el mercado de la vivienda.

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En este sentido, Adam Slater pronostica que la desaceleración en la vivienda podría reducir en 0,2 puntos porcentuales el crecimiento global como consecuencia de la reducción del gasto, así como 0,6 puntos por una decreciente inversión. Dicha desaceleración repercutirá directamente en la actividad económica general y afectará negativamente a otros sectores estratégicos, como el de la construcción.

Uno de los factores más relevantes que influye en esta desaceleración es el incremento de las tasas hipotecarias. El Banco Central Europeo (BCE) destaca en su boletín sobre la evolución económica, financiera y monetaria, que las tasas han aumentado significativamente, en 63 puntos, en la primera mitad de este 2022, siendo "el aumento semestral más grande jamás registrado". 

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Los costes de financiamiento bancario están incrementándose como respuesta al aumento de los tipos de interés del mercado. "El crédito a los hogares se está moderando, ya que los estándares crediticios se han endurecido y la demanda de préstamos ha disminuido en un contexto de aumento de las tasas de interés y baja confianza del consumidor", indica el organismo europeo en el último boletín.