Hay una tendencia en Estados Unidos que, trágicamente, sigue sin pasar de moda. Se llama swatting y afecta a la mayoría de streamers que, de algún modo, han revelado su dirección real. El último ha sido Adin Ross.

Se trata de una especie de broma de mal gusto en el que alguien llama a la policía asegurando que hay gran emergencia en el domicilio donde un creador de contenido de Twitch está actualmente en directo. 

La denuncia falsa señala un delito tan grave que suelen acudir los SWAT, Grupo Especial de Operaciones (GEO) en España, un gran grupo de policías con armas que no suelen pedir permiso para entrar a la casa.

Así le pasó al youtuber que se encontraba retransmitiendo desde su salón con varios amigos cuando escuchó un ruido. En seguida realizó una llamada telefónica para avisar. "Estas aquí los SWAT", comentó mientras se quejaba de "¿Por qué hacéis esto? La gente puede morir".

"Mis amigos están fuera y puedo escuchar como los están deteniendo", continúa contando mientras muestra su enfado con las manos sobre su cabeza. "Hay hasta un helicóptero", ha asegurado: "Continúo con el directo para que no me pase nada".

Al poco tiempo el directo terminó y Twitch comunicó que su cuenta había sido suspendida, ya que la empresa de Amazon creyó que la detención era real y era la emisión de "acción policial", algo que prohíben sus normas. 

Por suerte, el baneo solo duró 27 minutos y el streamer recuperó su canal rápidamente. Sin embargo, la noticia ha vuelto a valer para demostrar que nada tiene de gracioso en este tipo de incidentes, que son terroríficos de ver en cámara.