Sarah Morris Corresponsal británica en España
OPINIÓN

La telenovela 'The Crown' en el centro de un debate sobre la reina Isabel y el rey Carlos

'The Crown' 5T
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Cinemanía
'The Crown' 5T

Cuando murió la reina Isabel II hace dos meses, reflexioné y concluí que The Crown había ayudado, sin duda, a recuperar su imagen después de su momento más impopular durante los 90. Esta semana se estrena la quinta temporada de la serie sobre la familia real británica, en la que llega a esos años complicados, incluida la ruptura pública entre el entonces príncipe de Gales, Carlos, y la princesa Diana. Una entrega en la que se acusa al escritor Peter Morgan de pasar una línea roja, con demasiadas escenas inventadas que dañen a la reputación de la difunta monarca y del actual rey, Carlos III.

"La Reina sale como una mujer miope, parroquial, sentimental y egoísta, muy lejos de la realidad descrita por mucha gente", dijo el lunes Robert Hardman, autor de Isabel II, vida de una reina 1926-2022, al programa Today, de la BBC Radio 4.

Hardman cree que la nueva temporada es de mal gusto, al estrenarse pocos meses después de la muerte de Isabel II y reflejar, con demasiado detalle, aspectos dolorosos y vergonzosos de la vida de miembros de la familia real. Entre ellos, se encuentra una conversación íntima entre Carlos y la reina consorte Camilla, y la famosa entrevista dada por la princesa Diana a Martin Bashir a la BBC, que fue conseguida mediante engaños. 

También cree que inventa demasiado, para lo que distingue entre "fallos típicos sin importancia" -como que la familia real no caza en julio, señala, por ejemplo- y "fallos históricos" que distorsionen la historia reciente. Según la prensa británica, esta temporada de The Crown nos mostrará un Carlos tan frustrado con su posición como heredero eterno que intenta convencer a los primeros ministros Tony Blair y John Major de que su madre debería abdicar, para lo que insiste en que él sería más moderno y que debería poder divorciarse y casarse con Camilla. 

Tanto el laborista Blair como el conservador Major han criticado públicamente estos capítulos. "Sandeces totales", dijo el portavoz del primero. "Un montón de disparates", concluyó el segundo en una carta al periódico conservador The Telegraph. "La ficción no debería estar presentada como hechos", afirmó, y añadió que esas escenas "van a herir profundamente a una familia sumida todavía en el duelo por la persona en cuya vida se basa toda la serie".

La actriz dame Judi Dench también ha entrado en el debate. "Cuanto más se acerca la serie a nuestros tiempos, más dispuesto parece a difuminar las líneas entre la exactitud histórica y el crudo sensacionalismo", escribe Dench en una carta a The Times. "Mientras que muchos reconocerán The Crown como una historia brillante pero inventada, que lo es, temo que un número significante de telespectadores, sobre todo en el extranjero, pueda tomar su versión de la historia como totalmente cierta", apuntó.

Dench, amiga de la reina consorte, según The Times, ha conseguido que Netflix añada un descargo de responsabilidad, para constatar que la serie es "una dramatización ficcional", "inspirada en acontecimientos reales".

El aviso probablemente influirá poco en cómo la serie afectará a la imagen mundial de la familia real, pero ayudará a que los fans de The Crown continuemos investigando (o por lo menos googleando) después de cada episodio para intentar separar los hechos de la ficción.

Nos tocará juzgar, hasta donde podamos, si Morgan ha abusado de su libertad artística. Ahondando en el debate para The Guardian, la novelista histórica Stephanie Merritt cita a la escritora Hilary Mantel, doble ganadora del Premio Booker, que dijo que, cuando hay una "zona de duda" en un momento histórico, allí está el trabajo del escritor de ficción. "Puedes seleccionar, dejar de lado, resaltar, omitir, pero no hay que hacer trampas", aseguró.

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