Putin confía al 'General Invierno' sus opciones para rearmar a las tropas aprovechando el frío que inundará trincheras y enfangará caminos

Un hombre sobre un tanque ruso destruidos en Buzova, cerca de Kiev.
Un hombre sobre un tanque ruso destruidos en Buzova, cerca de Kiev.
EFE/EPA/OLEG PETRASYUK
Un hombre sobre un tanque ruso destruidos en Buzova, cerca de Kiev.

La guerra en Ucrania, que ya supera los ocho meses, afronta su primer invierno. El 24 de febrero del 2022 Rusia lanzó su invasión pero lo hizo habiendo dejado pasar los meses de más frío. Ahora eso es inevitable y las partes se preparan para las que pueden ser las semanas más duras desde el inicio de las hostilidades. La contraofensiva ucraniana sigue, pero ralentizada; y Putin está obsesionado con reforzar a sus tropas mientras pierde terreno incluso en aquellos territorios que se ha anexionado ilegalmente.

Con el paso de las semanas el Kremlin ha intensificado el lanzamiento de misiles y el uso de drones, evitando pisar el terreno. En el otro lado, Ucrania responde con avances más tímidos al tiempo que trata de proteger su infraestructura energética: quedarse a oscuras supondría perder una batalla, y Putin ha enfocado ahora su estrategia precisamente por reducir al mínimo el suministro del invadido. Diciembre está a la vuelta de la esquina y con él un invierno que podría cambiar el curso de la guerra o incluso decantarla.

El coronel Manuel Morato, Agregado de Defensa para Rusia y Ucrania en Moscú entre 2004 y 2008, desarrolla a 20minutos que "el invierno se sabía que iba a llegar, y nos hemos preparado todos, incluso los ucranianos. Saben que les van a cortar la energía, ya lo están haciendo". Si hablamos de lo que es la contienda militar, prosigue, "ahora no estamos en una fase de aproximación con carros de combate o un choque en campo abierto". Las posiciones ya están establecidas: "Rusia en el Donbás y Ucrania atacando desde posiciones que no requieren grandes movimientos de material de ruedas, ni vehículos blindados ni motorizados. Lo que creo que puede haber son fuegos de artillería, aviación y los cohetes que para Rusia forman un ejército en sí".

Evidentemente siempre influye el clima, pero no creo que esta vez de una forma decisiva. Los civiles están preparados

"Evidentemente siempre influye el clima, pero no creo que esta vez de una forma decisiva. Los civiles están preparados, pero sí les afectarán como vemos los cortes de energía", asume el coronel, que descarta recurrir a lo que ha ocurrido en otros conflictos. "Es completamente diferente a las referencias históricas. En este momento las tropas rusas en Ucrania están en zonas preparadas para avanzar defensivamente. En el caso de Napoleón o de los nazis era distinto porque estaban avanzando en territorio ruso y tuvieron problemas logísticos enormes que Ucrania en principio no tendría".

Entonces, ¿serían los meses de invierno el momento idóneo para un alto el fuego? Morato no lo cree así. "El único impass se podría producir si Occidente acepta la propuesta rusa de negociar una solución pacífica con la mediación del Papa. Si esa opción no la apoya EE UU esto va a seguir y no hay ninguna razón para pensar que vaya a haber una pausa", sostiene. Hay que recordar que recientemente Volodimir Zelenski aseguró que no negociaría con la Rusia de Putin y que Moscú considera que la guerra se acaba cuando quiera EE UU. Así, el coronel anticipa un posible movimiento: "Rusia, una vez que termine la formación de los nuevos soldados y el nuevo despliegue en Bielorrusia, sí podría lanzar un ataque importante".

Pero el pasado siempre está ahí. "El invierno fue un general que ya hundió a Napoleón y a Hitler. La llegada del invierno parará todas las maniobras, porque las trincheras se llenarán de agua, al igual que los fosos, y habrá un problema de movimiento de material por el lodo", rememora el general de división Jesús Argumosa. "El invierno lo que hará es parar las operaciones y crear una guerra de desgaste. El terreno, que ya está empezando a helarse, va a frenar los movimientos. ¿Quién lo va a llevar mejor? Dependerá de quien tenga mejor equipo", prosigue.

Eso sí, al mismo tiempo que avisa de que ese escenario "puede permitir a Rusia recuperarse, porque tiene un problema de material importante en su producción, ya que mucho de su material se alimenta con tecnología occidental". La conclusión para los próximos meses parece clara: "Vamos a ver una guerra de posiciones estáticas".

La campaña masiva [rusa] de bombardeos va a seguir durante el invierno, que sí puede ser un punto de inflexión

Por su parte, Pablo del Amo, coordinador de Descifrando la Guerra, sostiene que el invierno sí podrá influir "pero más por el momento en el que se encuentra el conflicto que por la estación en sí". Y es que Ucrania está avanzando aunque "ya ha perdido ese ímpetu que vimos porque tampoco tiene la fuerza suficiente", y además "llegan los reservistas rusos que se incorporan al frente". Más allá de eso "la campaña masiva de bombardeos va a seguir durante el invierno, que sí puede ser un punto de inflexión".

"Teóricamente, el frío y el invierno jugaría a favor de Rusia porque Ucrania ha utilizado los bosques para avanzar, y con el invierno necesitarán usar más las carreteras, por lo que estarían más expuestos a los ataques rusos", continúa del Amo. En este sentido, "uno de los objetivos de Moscú ha sido atacar la infraestructura energética ucraniana para, por un lado, destruir la economía de Kiev" y por otro "a nivel moral, porque si pasan mucho frío quizás tengan menos voluntad de luchar".

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