Nuevos cambios en la fisonomía del distrito del Eixample de la capital catalana para reducir el espacio para los vehículos privados a motor, uno de los principales objetivos del gobierno municipal de Ada Colau. Esta vez, sin embargo, las modificaciones no pasan por hacer obras, como por ejemplo las de la Superilla Barcelona, sino por sustituir carriles de circulación por cordones destinados a servicios, es decir, a zonas de carga y descarga, contenedores y aparcamiento para motos y personas con movilidad reducida. Es lo que está previsto en dos de las principales calles del Eixample, Aribau y Muntaner, según documentación técnica que ha salido a información pública y que se puede consultar en la sede electrónica del Ayuntamiento.

Así, ambas arterias ganarán un cordón de servicios y perderán un carril de circulación para vehículos privados entre la Diagonal y la Gran Via, con lo que se quedarán con dos de este tipo en vez de los tres actuales, a través de una actuación consistente únicamente en repintar la señalización en el asfalto, que costará 115.636,41 euros. La intervención durará dos meses –uno por cada calle– y, según fuentes municipales, está prevista el año que viene.

El proyecto contempla que en algunos puntos de Aribau y Muntaner anteriores a los giros a la izquierda con mayor demanda, el cordón de servicios desaparezca para dar paso a un carril exclusivo para girar.

MIQUEL TAVERNA

Por otro lado, prevé ensanchar el carril bus 30 centímetros con el objetivo de que sume 3,20 metros. Esto se conseguirá a través de la disminución de la anchura de los destinados al vehículo privado, que serán unos 10 centímetros más estrechos.

La documentación municipal, en periodo de información pública hasta el 21 de noviembre, destaca que con este proyecto, calificado de "pacificación", "la mejora para los peatones será notable". En este sentido, apunta que tendrán más espacio porque será posible "prohibir el aparcamiento de motos en las aceras", al darles la opción de estacionar en la calzada. También subraya que "se facilita la carga y descarga" y que se prioriza "la circulación del transporte público".

Por su parte, la teniente de alcaldía de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad, Janet Sanz, señala que "la transformación de Aribau y Muntaner es una propuesta de los vecinos y vecinas del Eixample, y será posible gracias a los presupuestos participativos". En concreto, defendieron la iniciativa la Associació de Veïns de l’Esquerra de l’Eixample y la entidad Camí Amic.

Según estadísticas municipales, por Aribau circulaban el año pasado una media de 18.733 vehículos al día, un 22,3% menos que cinco años antes (24.118). Por Muntaner, en 2021 pasaban a diario 21.157, un 22,9% menos que un lustro antes (27.445). Con la iniciativa que tiene prevista el Ayuntamiento, se pretende reducir todavía más la presencia de vehículos en estas dos calles del Eixample.

En la sede electrónica del Consistorio aparecen otros dos proyectos que también tienen como objetivo que el viandante gane terreno al coche. Las calles Balcells, entre Escorial y Pau Alsina; Muntanya, entre Mallorca y Coll i Vehí; y Eterna Memòria entre Coll i Vehí y Fresser se reformarán para que sean de plataforma única con prioridad para los peatones.

Un 18% de desplazamientos en vehículo privado en 2024

El Plan de Movilidad Urbana (PMU) de Barcelona se fija como objetivo que en 2024 solo un 18,48% de los desplazamientos se hagan en vehículo privado –ahora son el 26,04%–. Para lograrlo, están previstas más de 300 medidas, entre ellas, estudiar la posibilidad de que el aparcamiento de las motos en la calzada sea de pago o extender la velocidad de 30 km/h a toda la ciudad, excepto a las vías de conectividad.