Las tropas de Ucrania están ya a las puertas de la estratégica Jersón y fuerzan a Putin a iniciar la evacuación de civiles fuera de la ciudad

Contraofensiva ucraniana
Contraofensiva ucraniana
HENAR DE PEDRO
Contraofensiva ucraniana

Rusia ha comenzado este viernes a evacuar a residentes de la región de Jersón, anexionada ilegalmente por el Kremlin, ante el avance de la contraofensiva ucraniana, que en las últimas semanas ha liberado 75 asentamientos en esa provincia.  

La evacuación afecta a los residentes en la orilla occidental del río Dnieper, incluida la capital, la zona más vulnerable ante el avance ucraniano. Según fuentes locales, el objetivo del ejército ucraniano es controlar toda la orilla occidental en el plazo de una semana.

El gobierno ruso y las autoridades prorrusas de la anexionada región de Jersón colaboran en la evacuación de aquellos residentes que voluntariamente deseen abandonar la zona. El Kremlin ha prometido a estos desplazados "vivienda gratuita y todo lo que necesiten" a su llegada a territorio ruso, principalmente en la región de Rostov.

Vladimir Saldo, responsable de la administración prorrusa de Jersón, fue quien instó a la población a abandonar sus casas por seguridad: "Sugerimos a todos los residentes de la región que, si lo desean, se vayan con sus hijos a otras regiones para protegerse de ataques con misiles".

Jersón, una de las cuatro provincias ucranianas anexionadas ilegalmente por Rusia, tiene un alto valor estratégico al ser la puerta de entrada por vía terrestre a la península de Crimea, además de controlar la desembocadura del Dnieper, el río más importante de Ucrania.

La ciudad también es un enclave estratégico para Ucrania de cara a recuperar el control de la central nuclear de Zaporiyia, que se encuentra en la ribera oriental del Dnieper, unos 200 kilómetros río arriba.

El Gobierno ruso ayudará en el traslado de los residentes de la ocupada Jersón hacia otras regiones
El Gobierno ruso ayuda en el traslado de los residentes de la ocupada Jersón hacia otras regiones
EUROPA PRESS

La evacuación de civiles del oeste de Jersón responde, según la inteligencia británica, a que Rusia tiene previsto que la región se convierta en línea de frente con intensos combates en los próximos días. El río Dnieper podría convertirse en frontera natural entre ambos ejércitos.

"La población civil debe estar a una distancia segura de las hostilidades. En el margen derecho de la región de Jersón, nuestro ejército ruso está frenando valiente y profesionalmente los intentos diarios de los militantes del régimen de Kiev de romper las defensas y lanzar una ofensiva", ha expuesto el jefe adjunto de la región, Kirill Stremousov.

Por su parte, Serhiy Khlan, miembro ucraniano del consejo regional de Jersón, ha denunciado que la evacuación de civiles por parte de Rusia es en realidad una "deportación", una práctica que, según ha subrayado, Moscú ya puso en marcha en Crimea tras la anexión de esa península en 2014.

Continúan los bombardeos rusos

Paralelamente al avance ucraniano en Jersón, el ejército ruso mantiene su operación de bombardeos masivos contra territorio ucraniano. En las últimas 24 horas decenas de ataques aéreos y con misiles han impactado en la región de Kiev y en la ciudad de Zaporiyia, que tuvieron como objetivo infraestructuras clave del país.

Según el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania, el enemigo utilizó misiles de crucero, aviones, misiles tierra-aire y drones de fabricación iraní para estos ataques. "La amenaza de ataques aéreos y con misiles desde el espacio aéreo y el territorio de la República de Bielorrusia se mantiene", agrega el parte militar.

Asimismo, las autoridades prorrusas aseguraron este viernes que hay combates urbanos activos en las afueras de la ciudad de Bajmut, en la región oriental de Donetsk, y que las principales unidades de las Fuerzas Armadas de Ucrania comenzaron anoche a retirarse de la urbe.

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