Las regiones ocupadas en Ucrania votan la anexión a Rusia: "Lo usarán para justificar una intervención a mayor escala"

Mapa de las cuatro provincias que realizarán el referéndum de anexión a Rusia.
Mapa de las cuatro provincias que realizarán el referéndum de anexión a Rusia.
Carlos Gámez
Mapa de las cuatro provincias que realizarán el referéndum de anexión a Rusia.

"El sufrido pueblo del Donbás se merece ser parte de un gran país que siempre consideró su Patria". Con estas palabras se dirigía este martes el líder separatista de esta región, Denís Pushilin, al presidente Vladimir Putin. De forma simultánea y con escasos días de margen para organizarlas, las cuatro provincias ocupadas en Ucrania habían anunciado unas horas antes su intención de realizar un referéndum y anexionarse a la Federación rusa. El Kremlin aseguró rápidamente que "protegerán" la votación y aceptarán los resultados, mientras el resto del mundo advertía que esta medida escalará todavía más el conflicto.

Las autoridades de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, así como las autoridades prorrusas de Jersón y Zaporiya, han celebrado referéndums de adhesión entre el pasado viernes y este martes. En un escenario que recuerda a lo ocurrido con Crimea en el año 2014, los ciudadanos ucranianos se preparan para un plebiscito que la comunidad internacional ha tachado de ilegal.

Dejando de lado el poco tiempo para poner en marcha la logística pertinente para elaborar una consulta de este tipo, cabe destacar que los territorios viven combates y ataques continuos. Además, tanto Donetsk como Zaporiya tienen un alto porcentaje de su territorio en manos ucranianas, lo que hace complicado imaginar que la votación se haya realizado con todos los mecanismos democráticos necesarios.

"Además de unas condiciones físicas de estabilidad, también tiene que haber una serie de condiciones legales y, objetivamente, no se dan ningunas", asegura a 20minutos Antonio Alonso, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad San Pablo CEU. Pese a ello, Alonso asegura que todo eso a Putin no le preocupa, ya que "actuará como si el referéndum fuera legal, porque en el fondo es simplemente una excusa para decir que se ha seguido un proceso legítimo".

Los canales oficialistas rusos defienden desde hace días que lo que se está viendo en estas provincias es un pueblo ejerciendo su derecho a la autodeterminación. Sin embargo, para Álvaro de Argüelles, analista de El Orden Mundial, "al margen del debate de fondo sobre si hay un sentimiento prorruso en las zonas del Donbás, estamos hablando de unos referendos organizados en cuestión de horas en zonas de conflicto. Nadie puede realmente pensar que se va a desarrollar de conforme a unas normas y unos estándares mínimos".

¿Recrudecerá la guerra las anexiones?

El jefe de la Administración Regional ucraniana de Lugansk, Serhiy Haidai, ha asegurado que el referéndum busca fijar unas fronteras administrativas de los territorios capturados para que Rusia pueda denunciar un "ataque" contra su territorio una vez el Ejército ucraniano irrumpa en estas zonas.

Una vez estas zonas sean consideradas por Rusia una provincia más, "cualquier ataque será como si se estuviera atacando Moscú, San Petersburgo, Kaliningrado o cualquier otra ciudad rusa", afirma Alonso. "Esto lo usarán para justificar una intervención militar a mayor escala", explica.

"Rusia es enorme, pero no le sobra nada de su terreno. Luchan por cada palmo. Pueden agrandar el territorio, pero nunca reducirlo"

En el mismo sentido se manifiesta De Argüelles, que considera que la consecuencia se vivirá en las próximas semanas, cuando el Ejército ucraniano intente hacer una contraofensiva en el Donbás, ya que Rusia lo considerará "una situación de guerra dentro del propio país".

"Esto cambiará el estatus de la operación especial que hemos visto en estos 7 meses. Los soldados que podían negarse hasta ahora a participar en la acción ya no tienen esa opción. Tampoco las personas que están actualmente haciendo el servicio militar obligatorio y que hasta ahora era ilegal mandarlas a combatir", sostiene el analista.

Un día después del anuncio de los comicios, Putin anunciaba ante su población que reforzaría sus tropas con una "movilización parcial" de sus ciudadanos, que desde este jueves comienzan el periplo por sumarse al frente ucraniano. "Esto no es una movilización parcial, por mucho que se haya utilizado esa etiqueta. El ministro de Defensa ruso dijo que en su definición de reservistas entraban 25 millones de personas, que eso es básicamente todos los hombres que han hecho el servicio militar obligatorio en los últimos años", agrega De Argüelles. 

La anexión aleja una solución diplomática

Las conversaciones de paz para poner fin a la guerra resuena en este momento como un eco del pasado. Las conversaciones que se produjeron en Turquía en el mes de marzo no consiguieron ningún acuerdo y tras el descubrimiento de cientos de cadáveres en la ciudad de Bucha los acercamientos se enfriaron. Un alto el fuego o una resolución diplomática del conflicto está más lejos que nunca y las anexiones de territorios ucranianos podrían convertir en irreversibles la devolución de esas tierras ocupadas.

"Una vez que ya formen parte de la Federación de Rusia se acabó. Eso ya es para siempre, o por lo menos se tendrá que negociar con otro presidente, pero desde luego no con Putin", asegura el profesor Alonso. "Nadie de los que está ahora en el poder se le pasará por la cabeza aceptar la idea de que si estos territorios son anexionados vayan a ser luego devueltos como fruto de una negociación. Sería como devolver Kaliningrado".

Para Alonso un ejemplo de ello es la disputa de Rusia con Japón por las isla Kuriles, que la consideran parte de la Federación Rusa y pese a las discusiones o negociaciones, se han mostrado intransigente ante una posibles cesión. "Rusia es enorme, pero no le sobra nada de su terreno. Luchan por cada palmo. Pueden agrandar el territorio, pero nunca reducirlo", sentencia.

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