La transferencia bancaria es una forma sencilla de enviar dinero a otra cuenta, una operación que se puede hacer rápidamente en un cajero, a cualquier hora, aunque ahora esta forma de envío de dinero está siendo sustituida por el Bizum.
Sin embargo, el Bizum tiene un límite de cantidad que se puede transferir, que está marcado en 500 euros. Es por ello que para grandes cantidades se sigue utilizando la transferencia bancaria.
Las transferencias de pequeñas cantidades de dinero no suponen un problema a la hora de declarar de dónde viene y con qué motivo se ha ingresado ese dinero, pero si son grandes cantidades, hay que tener cuidado.
Cantidades hasta los 10.000 euros
La Agencia Tributaria vigila estos envíos de dinero y, de hecho, las cantidades que superen los 10.000 euros deben ser declaradas. Igualmente, aunque se trata de bajas cantidades, las entidades bancarias están obligadas a dar la información requerida si Hacienda así lo requiere.
Así, las entidades "estarán obligadas a proporcionar a la Administración tributaria toda clase de datos, informes, antecedentes y justificantes con trascendencia tributaria relacionados con el cumplimiento de sus propias obligaciones tributarias o deducidos de sus relaciones económicas, profesionales o financieras con otras personas", se indica en la Ley 58/2003, de 17 de diciembre, General Tributaria.
Por lo tanto, las cantidades de hasta 10.000 euros en una transferencia, por lo general, no hay que declararlas. Una vez que se supere esta cifra, habrá que incluirlo en la declaración. Esto debe hacerlo la persona que envía el dinero.
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