Al menos siete personas murieron tras registrarse nuevos ataques rusos con lanzacohetes y artillería en las localidades de Orijov y Stepnohirsk, en la región ucraniana de Zaporiyia, según confirmó este martes por la noche Kirilo Timoshenko, el 'número dos' de la oficina del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.

El jefe de la región de Zaporiyia, Oleksandr Staruj, confirmó asimismo el ataque, asegurando que dos de los empleados de las redes eléctricas del distrito, que se encontraban trabajando para restablecer el servicio, murieron como consecuencia del mismo.

El G7 seguirá apoyando a Ucrania ante los "crímenes de guerra" rusos

"Mientras realizaban trabajos de restauración de una línea eléctrica dañada durante repetidos disparos enemigos, dos trabajadores de la red eléctrica del distrito, Dimitro Starichenko y Roman Melnik, murieron", indicó, según ha recogido la agencia de noticias Ukrinform.

Por otro lado, la localidad de Nikopol, en la región de Dnipropetrovsk, fue bombardeada este martes con lanzacohetes múltiples, según informó en Telegram el responsable de la localidad, Yevhen Yevtushenko.

Una treintena de misiles

Zelenski afirmó por su parte este mismo martes por la noche que Rusia disparó durante la jornada al menos 28 misiles contra territorio ucraniano, de los cuales 20 fueron derribados, y precisó que Moscú ha movilizado también 15 drones de combate de procedencia iraní.

"Si no fuera por los ataques de hoy, ya habríamos restaurado el suministro de energía, el suministro de agua y las comunicaciones que los terroristas dañaron ayer. Hoy Rusia solo logrará una cosa adicional: retrasará un poco nuestra recuperación", dijo.

En este sentido, el mandatario dio las gracias a la población por limitar su consumo de electricidad durante las horas pico —desde las cinco de la tarde hasta las once de la noche—, ya que, debido a ello, se ha logrado ahorrar "una décima parte de la energía en promedio en el país", con la consecuente mejora del suministro.