La firme contraofensiva ucraniana, que continúa recuperando, semana tras semana, kilómetros de territorio ocupado por las tropas rusas, ha llevado al Kremlin a gestar una nueva maniobra en Ucrania para tratar de sobreponerse de los últimos reveses. En este sentido, el Ministerio de Defensa ruso ha anunciado este sábado un importante cambio al nombrar un nuevo máximo responsable de dirigir sus tropas que combaten en Ucrania. 

Se trata del general del Serguei Surovikin, que a partir de ahora será "comandante de la Agrupación Conjunta de Tropas en el área de la operación militar especial", tal y como ha señalado en su parte bélico diario el portavoz de Defensa, Igor Konashenkov.

Surovikin, que hasta ahora comandaba a las fuerzas del flanco sur, reemplaza al general Alexander Dvornikov, que llevaba desde abril como primer eslabón de la cadena de mando para dirigir la campaña bélica en Ucrania.

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Previamente a la guerra de Ucrania, Surovikin es un comandante veterano con un historial que no está exento de polémica. En 2017 dirigió la expedición militar rusa en Siria, por la que recibió el título de Héroe de Rusia, pero también fue acusado de emplear tácticas "controvertidas", como el bombardeo indiscriminado contra combatientes antigubernamentales, informa The Guardian.

En 1991, durante el intento de golpe de Estado en la Unión Soviética contra Gorbachov, Surovikin, que entonces era capitán, dirigió una división de fusileros que abrió fuego y atravesó las barricadas erigidas por los manifestantes.

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Para Grigory Yudin, político, científico y sociólogo ruso, "resulta simbólico que Serguei Surovikin, el único oficial que ordenó disparar contra los revolucionarios en agosto de 1991 y mató a tres personas, esté ahora a cargo de este último esfuerzo para restaurar la Unión Soviética".

Por esos hechos pasó una temporada entre rejas, y no fue la única, ya que también cuenta con antecedentes por venta de armas, lo que le llevó a pisar la cárcel por segunda vez.