Carlos III cumple este fin de semana su primer mes como rey de Inglaterra y en este tiempo, ya le ha salido un hijo secreto, un hombre de 56 años que dice que el monarca y Camilla son sus padres.

Tal y como recoge el diario Clarín, el hombre se llama Simon Dorante-Day, es británico residente en Australia y asegura que tiene pruebas de que los nuevos reyes de Inglaterra son sus padres.

Según su propio testimonio, este hombre fue concebido en el año 1965, cuando el entonces príncipe de Gales tenía solo 17 años y la duquesa de Cornualles, 18.

Simon Dorante-Day asegura que la familia real le obligó a realizarse operaciones de cirugía estética para esquivar su parecido físico con los Windsor. 

"Puedo entender, y hasta cierto punto perdonar, las acciones que se han tomado en el pasado en relación con mi existencia, pero no puedo olvidar lo que ha ocurrido", dice.

Mis ojos eran azules y fui sometido a un tratamiento médico para que se vuelvan marrones cuando tenía 8 años

"Mis ojos eran azules y fui sometido a un tratamiento médico para que se vuelvan marrones cuando tenía 8 años. Además, me realizaron una extracción forzada de dos dientes cuando tenía 15", asegura.

Según su testimonio, tras nacer fue dado en adopción a una pareja de australianos llamados Karen y David Day. Según Simon, sus abuelos adoptivos, Winifred y Ernest Bowlden, habían trabajado para la reina y el príncipe Felipe en una de sus casas reales en los 60.

Simon Dorante-Day ha enviado numerosas cartas y ha intentado en su país que la familia real se someta a un análisis de ADN, pero sus peticiones han sido todas desestimadas.

"Mi abuela, que había trabajado para la Reina Isabel II, me dijo abiertamente que yo era el hijo de Camilla y Carlos muchas veces. Se lo debemos a nuestros hijos para que tengan respuestas", dice.

"Tenemos algunos caminos legales nuevos e interesantes que estamos analizando para descubrir la verdad. Al final del día, solo soy un hombre que está buscando a sus padres biológicos, y cada camino me lleva a Charles y Camilla", concluye.