Occidente dice tomarse "en serio" las amenazas nucleares de Putin: del recuerdo al Armagedón a "no plegarse a un chantaje"

Joe Biden y Ursula von der Leyen.
Joe Biden y Ursula von der Leyen.
Jeff J Mitchell/PA Wire/DPA
Joe Biden y Ursula von der Leyen.

Vladimir Putin habla y Occidente escucha, pero dice no dejarse intimidar por las amenazas rusas. Si Moscú maneja la opción de usar armas nucleares en Ucrania, los aliados de Kiev le avisan de que no aceptarán "el chantaje". Pero una cosa no quita la otra: tanto Estados Unidos como la UE se toman "en serio" los avisos que ha encadenado el Kremlin en los últimos días y desde Washington han recrudecido su discurso, ya plagado de pesimismo. 

"Por primera vez desde la crisis de los misiles de Cuba, tenemos una amenaza directa del uso del arma nuclear si, de hecho, las cosas continúan por el camino que van", alertó el presidente Joe Biden, para quien "el mundo se enfrenta a otro Armagedón nuclear". Aunque el uso de armas nucleares a gran escala es todavía una opción muy lejana, son muchos los expertos que no ven descabellado que Rusia recurra a ellas de forma "táctica" en Ucrania, sobre todo si se intensifican los combates en las regiones recién anexionadas ilegalmente por Putin. Un ataque allí, ya avisa Moscú, sería una ofensiva sobre Rusia.

Biden, ahora, sabe que Putin está buscando una salida, pero se pregunta cuál es realmente. "Estoy tratando de averiguar cuál es la rampa de salida de Putin. ¿Dónde encuentra una salida? ¿Cómo se hace para que Rusia no solo tenga un lavado de cara, sino que además Putin pierda un poder significativo dentro de Rusia?", se cuestiona el inquilino de la Casa Blanca. Con todo, el presidente de Estados Unidos ha advertido de que su homólogo ruso no bromea cuando hablar de un posible uso de armas nucleares o de armas biológicas o químicas, alegando que Putin podría usarlas ya que su Ejército está "significativamente bajo de rendimiento".

No rebajó el tono la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien aseguró que se toma "en serio" las amenazas nucleares del presidente ruso. Pero le responde: Europa "no se plegará a un chantaje" por parte de Moscú. "Las amenazas no nos van a intimidar, vamos a conservar la calma, guardar nuestra sangre fría y denunciar cada vez las amenazas irresponsables", añadió tras la reunión de los 27 en Praga.

Fue este un discurso compartido por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que tiene claro que la UE seguirá "defendiendo a quienes creen en el Derecho Internacional y en un orden basado en las reglas". Frente a las "numerosas amenazas explícitas o implícitas" sobre una guerra nuclear, Michel ha destacado que, ahora mismo, un problema real es que "Rusia ha decidido ocupar" la mayor central nuclear de Europa en la región ucraniana de Zaporiyia con medio millar de soldados.

A estas tesis ya se había sumado hace días el Alto Representante de la UE, Josep Borrell. "Estamos ante un escenario temible y no debemos cerrar los ojos, una potencia nuclear está retrocediendo en el escenario convencional y amenaza con usar el arma nuclear". Para el jefe de la diplomacia europea es importante "mantener el apoyo" a Kiev el tiempo que sea necesario porque, en sus palabras, la guerra "no puede terminar por el cansancio de Occidente, porque eso es lo que busca Putin".

Y es que para Borrell la UE tiene que estar a la altura de los movimientos que está logrando Kiev en las últimas semanas. El Alto Representante ha valorado los avances ucranianos con sus contraofensivas en varios frentes en el este y el sur, un éxito militar que ha atribuido a las "tácticas ágiles" del Ejército ucraniano. "La guerra se puede ganar en el campo de batalla, pero sobre todo en el campo de las ideas", sentenció en un discurso ante el Parlamento Europeo para alertar de que Europa debe contrarrestar la lucha que libra Moscú por "la supremacía de los valores". 

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