En la entrega del pasado lunes de Pasapalabra se vivió algo inusual en un concurso de televisión. Uno de los participantes falló, mezclando riesgo con amistad, para empatar con su rival y salvarle. Eso fue lo que hizo Orestes con Rafa.

El sevillano, con el mismo número de aciertos que su adversario, pero con un fallo más, estaba sentenciado a jugar La Silla Azul en el siguiente programa. 

Todo apuntaba a que el burgalés iba a ser el ganador de la tarde, pero se arriesgó con una de las letras de El Rosco y falló, empatando a errores con su rival.

De esa manera, Orestes salvó a Rafa de jugarse su continuidad en Pasapalabra en la temida Silla Azul en la siguiente entrega del concurso de Antena 3.

Este martes, el sevillano quiso darle las gracias por el detalle a su contrincante y amigo: "Le quería agradecer la nobleza que tuvo porque era una situación en la que mi destino estaba en sus manos. Si él se calla, gana".

"Teniendo un fallo, sin optar a bote, falló y aquí estoy, que también habría pasado si hubiera superado La Silla Azul, pero siempre es un mal trago y se lo quería agradecer", aseguró el concursante. 

"Es que es un gesto que habla mucho, no solo de su calidad como concursante, sino también de su calidad humana. Muchísimas gracias y a disfrutar", afirmó Rafa.

El burgalés le contestó que "siempre prefiero que haya opciones, es que me quema la lengua. Si tengo el colchón del empate, lo utilizaré y arriesgaré. Además, me gusta que se haga justicia".